Victor muy sufrida para el Girona en un mal partido de los de Míchel ante un Quintanar que estuvo a punto de dar la sorpresa en su campo. El ambiente del San Marcos recogió un espectacular ambiente, a la altura del trabajo de sus jugadores.
El césped artificial cogió protagonismo en los primeros minutos, pues los gerundenses no acabaron de encontrarse cómodos en la circulación de balón. Se descartó el juego rápido para volver a los inicios de muchos futbolistas, control y pase.
Los más de 2.500 aficionados acompañaron en volandas al cuadro local en cada jugada que portó peligro. Ese arreón les sirvió para llegar con más peligro que el combinado catalán durante todo el primer tiempo. Fuidias tuvo que intervenir en varias ocasiones antes las acometidas de los manchegos.
La primera acción clara que tuvieron los de Míchel fue suficiente para abrir la lata. Riquelme, que fue el más peligroso de los rojiblancos, mandó un potente disparo a la escuadra de la portería de César.
Fue entonces cuando se hizo el silencio en San Marcos, aunque el tanto encajado no fue suficiente para minar la moral de los que hoy gozaron de un partido histórico. Los de José Luis Encinar siguieron poniendo a prueba el arco del cancerbero catalán.
Mientras tanto, la imagen curiosa (y peligrosa) la dejó un aficionado subido a lo alto de la copa de un pino. No consiguió entrada, aunque seguro que sí logró algún rasguño, pues la altura a la que estaba sometido pudo alcanzar más de 20 metros, tranquilamente.
Con la prórroga ya casi finalizada, el meta local ha detenido una pena máxima a Stuani que pudo suponer el 1-3
A grito de ‘Sí se puede’ tiró el Quintanar de valentía y se convencieron a sí mismos para poner en apuros al Girona. Vaya si lo hicieron. Un misil al larguero y dos intervenciones claves de Fuidias evitaron el empate de los manchegos.
Algo no convenció a Míchel, que vio como los suyos no fueron capaces de poner, ni siquiera, el dominio en casa de un humilde extra motivado por las circunstancias. El peligro llegó, en buena parte, en balones colgados que se lanzaron a balón parado.
A un cuarto de hora para el final llegó el premio para los locales. Megías levantó todas las esperanzas desde los once metros tras una mano de Ramón Terrats. San Marcos se convirtió aún más en una olla a presión y aún pudo ponerse por delante en una nueva acometida.
La madera en el testarazo de Taty invitó a todos los espectadores de Quintanar a disfrutar de 30 minutos más en una prórroga que se presentó emocionante.
Míchel movió piezas y al rescate salieron Aleix García, Arnau y Santi Bueno. Los catalanes adelantaron líneas y forzaron al Quintanar, que empezó a sufrir como es lógico, a recular hacia campo propio.
Ficha técnica
Quintanar del Rey: César 4; Perujo 2, Fer Navarro 2, Emilio 2, Ramón 2 (Minaya, 66’ 2); Mansour 3, Eloy 2 (Toni, 79’), Joaquín 2 (Josua, 66’ 2), Kain 3 (Moreno, 86’), Mazzocchi 2 (Domínguez, 79’) y Megías 3.
Girona: Fuidias 2; Valery 2 (Arnau, 91’), Bernardo 2, Javi Hernández 2 (Santi Bueno, 103’ 2), Miguel 3 (Aleix García, 91’ 2); Terrats 2 (Toni Villa, 109’), Artero 2 (Ureña, 46’ 2), Iván Martín 2, Riquelme 2; Manu Vallejo 2 (Taty Castellanos, 63’ 2) y Stuani 2.
Goles: 0-1, min. 17: Riquelme; 1-1, min. 75: Megías (pen.); 1-2, min. 98: Stuani.
Espectadores: 2.500
Árbitro: Del Cerro Grande
Estadio: San Marcos
Don salvador Stuani, quien estuvo desesperado durante buena parte del partido al ver que no le llegaban balones, mandó a guardar un balón a guardar imposible para César. El cuero se introdujo y salió del arco tras tocar en la parte inferior del larguero. Lo más parecido a un gol fantasma volvió a minar las esperanzas de los manchegos.
El encuentro se abrió y fue ahí cuando el cuadro ‘gironí’ gozó de las mejores oportunidades. César, el hombre más destacado del partido se encargó de atajar un penalti a Stuani y de mantener con esperanzas hasta el último momento. El Quintanar no pudo lograr la victoria, aunque se llevó una ovación tremenda por parte de los suyos, que vieron cómo estuvieron a punto de dar la sorpresa en la Copa.