Darius Garland tiró de épica este domingo en el último cuarto y lideró una remontada que los Cleveland Cavaliers no pudieron culminar ante Minnesota, por lo que los Timberwolves pusieron fin a la racha negativa de derrotas que acumulaban en los últimos tres partidos (124-129).
Minnesota llegó a mandar por 24 puntos en el marcador y entró al último periodo 20 arriba (84-104). Pero Garland se inspiró y mostró una versión imparable que le permitió anotar 27 puntos en el último periodo para un total de 51 tantos en un partido ya histórico para él, al ser la mejor marca anotadora de su corta trayectoria.
Cerró el partido además con 10 triples convertidos de 14 intentos, lo que supuso su mejor registro y se quedó únicamente a un acierto del récord de la franquicia, que sigue perteneciendo de momento a Kyrie Irving.
La brillante actuación de Garland dejó en el olvido aquello por lo que este partido estaba señalado en rojo en el calendario: el primer reencuentro de Donovan Mitchell y Rudy Gobert desde su salida de Utah Jazz el pasado verano.
En pista nunca llegaron a encontrarse por la lesión de Mitchell, inactivo este domingo por un esguince en su tobillo derecho. Sí destacó el pívot francés, con un doble-doble de 15 puntos y 12 rebotes, aunque los Timberwolves le echaron de menos en algunos tramos de partido.
Tampoco estuvieron disponibles en los Cavaliers tanto Jarrett Allen, quien se perdía su primer partido de la temporada por molestias en su tobillo, como Dean Wade, lesionado en su rodilla. Cleveland echó en falta a los ausentes y cedió el dominio de manera muy clara en el primer cuarto a los Timberwolves, liderados por D’Angelo Russell con 15 puntos y 4 asistencias en este periodo en el que además anotó todos los tiros que efectuó (6 de 6). Culminaría el choque con 30 puntos, su mejor registro en lo que va de curso.
Russell llegaba en una nube de críticas por su rendimiento irregular y el bajón anotador respecto a otras temporadas, pero sus 13,2 puntos de media en este curso ya estaban superados al descanso.
Distancia muy amplia desde los primeros compases del juego que hacían que Minesota doblara en el marcador a Cleveland tras el primer bocinazo (20-40) y que lo mantuviera al llegar al descanso (50-67).
Sólo un triple en el último suspiro de Garland lo maquilló y bajó de la veintena la renta visitante. Se notaba la ventaja física en la pintura por parte de unos Timberwolves que controlaron en los primeros tres cuartos la anotación desde la zona.
Mucho Gobert y mucho Karl-Anthony Towns para un Kevin Love hoy titular que partía de inicio con Evan Mobley y en la rotación con Robin López.
También las transiciones rápidas de Minesota hacían mucho daño y castigaban la defensa de los Cavs (16 puntos en contraataque para los visitantes).
Esto permitió que la distancia en el marcador no peligrara en ningún momento hasta llegar al último cuarto, cuando el resultado era de 84-104 para los Timberwolves.
Fue el momento de un Garland imparable, con una facilidad inusual para anotar desde el perímetro con cinco triples sólo en el último periodo más lo que generaba en cuanto a finalizaciones cerca del aro o creando espacios para que los aprovecharan los compañeros.
La renta fue poco a poco desapareciendo con la consecuente tensión para unos Timberwolves que no encontraban solución y la motivación para unos Cavs que seguían acercándose.
Cedi Osman y Lamar Stevens se sumaron a la fiesta de Garland mientras Minesota apenas anotaba con Anthony Edwards asumiendo responsabilidades y Jaden McDaniels perdiendo los nervios con falta técnica.
La remontada se quedó a dos puntos de culminarse.
Con el 124-126 a 8 segundos para el final, Love falló en la entrega desde el saque de fondo y Minesota recuperó el balón.
Aún anotarían ambos equipos hasta sellar el definitivo 124-129.
Cleveland se retiró aplaudido por la gran reacción del último cuarto pero sumando ya su cuarta derrota consecutiva, lo que ensombrece la racha positiva anterior de ocho triunfos consecutivos.