Imanol: "Me queda ganar otro título, pero con afición"

Imanol: "Me queda ganar otro título, pero con afición"

Imanol Alguacil se ha mostrado muy emocionado y feliz en la presentación de su renovación hasta el 30 de junio de 2025. Acompañado por el director de fútbol, Roberto Olabe, y del presidente, Jokin Aperribay, ha revelado que ha rubricado hoy por la mañana su nuevo contrato casi sin mirar lo que firmaba tras llegar a su casa desde Talavera de la Reina casi a las tres de la madrugada y que nunca se ha planteado otra cosa que no sea entrenar. Su gran objetivo ahora es ganar otro título, pero con gente en las gradas, no como la Copa de hace año y medio. Lo primero que ha hecho, conteniendo con mucha dificultad las lágrimas, ha sido dar las gracias.



Mensaje de agradecimiento. “Aunque no sea la primera vez que renuevo, éste es un día especial y diferente para mí, por la trayectoria y por el momento en el que estamos. Los tres somos muy diferentes en algunas cosas y muy parecidos en otras. Trabajo, ambición y capacidad tenemos los tres cada uno en nuestro ámbito parta tener al club en estos momentos donde está. Agradecer a la afición y a los medios, por el cariño que me han transmitido. Y, sobre todo, a la gran plantilla que tengo. Todos estos éxitos son mérito del gran trabajo de la gran plantilla que tenemos. Espero que no sea la última vez que estemos aquí hablando de una futura renovación”.

Qué piensa cuando recuerda su partido en el Bernabéu, el primero. “Es un camino. Pero siempre digo que lo hecho, hecho está. No puedes vivir de eso. El presente. Y el presente es ahora. Para mí, estar aquí es emocionante, es algo grande. Vivir este momento con la Real es especial. Para hay que seguir trabajando.

No se sentía presionado por los resultados. “Ellos saben perfectamente cómo trabajo. Por parte del club, no hay dudas. Me siento muy querido, muy valorado, por la directiva, por la afición y en Zubieta. Estaba muy tranquilo. Siempre dije que aquí quise seguir.

No ha valorado otras ofertas. “No. En mi cabeza sólo está la Real y así será hasta el final. Imanol empezó aquí el camino y aquí voy a seguir. Hemos hecho historia pero quiero que sea más grande. Si me duermo, no completaré la historia como la quiero completar”.

Sí imaginaba que algo así podía suceder. “Sí y no. Cuando coges un cargo así, siempre tienes dudas. Como entrenador, en el Sanse y en la Real, tenía claro qué equipo quería y es verdad que hemos logrado cosas bonitas, noches muy especiales, pero me han dado muchas facilidades Roberto y Jokin para crear esta plantilla”. Pensábamos que sí podíamos lograr algo así. Yo soy exigente, pero estos dos lo son más que yo. Los tres somos muy ambiciosos, trabajadores y tenemos capacidad. No es casualidad lo que estamos haciendo”.

Un mensaje para la afición. “Darles las gracias. Me he sentido querido desde el principio, aunque los resultados no fueran buenos. Es emocionante. Hemos sido capaces de darles alegrías y eso para mí es importante”.

Hay un desgaste mayor por ser aficionado, aparte de entrenador. “Un poco de todo. El haber sido canterano, ser un entrenador de la cantera, estar tu cuidad, en tu club ya sabes la responsabilidad que conlleva. Te puede llegar a consumir. Desde que me he hecho cargo del primer equipo, todo ha sido muy sencillo. Yo le doy mucho valor el estar tranquilo. Eso me lo transmiten Jokin, Olabe, los medios, la afición, la directiva… La Real es un club grande que está creciendo a todos los niveles. Nos miran de otra manera desde fuera con el tercer año consecutivo en Europa y eso no lo logra una sola persona”.

No dudó de que firmaría la renovación. No, para nada. Creo que el club lo tiene muy claro qué es lo que quiero. Me he sentido tranquilo porque me siento valorado. Independientemente de los resultados, el club valora otras cosas. En ningún momento se me ha pasado por la cabeza. Renuevo por dos años, pero por Jokin y Roberto podía ser por tres o por cuatro”.

Quiere obtener más records. “La ambición que tenemos los tres es compartida. Yo he hecho historia como entrenador, ganando la Copa, con los tres años consecutivos en Europa, pero eso está hecho. Soy el quinto entrenador con más partidos en la historia de la Real, que tiene mérito, pero quiero seguir escalando posiciones. Quiero seguir mejorando con humildad, pero sobre todo con ilusión y con trabajo”.

No sabe si el club ha tenido que rascarse el bolsillo para blindarle. “Se lo tendrás que preguntar al presidente. He llegado a las tres de la mañana , no sé ni lo que he firmado. Hemos pasado la eliminatoria de Copa. Es lo único que puedo decir”.

Lo que le queda por conseguir. “Me quedan muchas cosas. Una muy especial, volver a ganar otro título pero con la afición. Es una espina clavada que tenemos todos. Cuando un club gana algo y no está habituado, puede tener tendencia a relajarse o acomodarse. Y hemos demostrado todo lo contrario. Ya veis cómo estamos. Somos humildes, pero muy ambiciosos”.

Se ha acordado de muchas personas. “Son muchas las personas que han hecho posible yo pueda estar aquí. Estoy muy agradecido a todo lo que estoy viviendo. Estoy emocionado. No puedo estar en un mejor sitio que la Real y rodeado de la gente que estoy. Es un día especial hoy, es importante lo que hemos hecho, pero pienso que queremos más. Dar las gracias a todos”.

Pensarán sobre los fichajes en enero. “Acabamos de terminar. No nos hemos sentado a hablar de futuro. Ya nos conocéis a Roberto, a Jokin y a mí. Estamos atentos siempre y lo haremos de nuevo”.

Cree que hay clubs fuera que le tienen envidia a la Real. “Seguro que sí. Salvo el Atlético con Simeone  y Osasuna con Jagoba, yo soy el único entrenador que ha tenido continuidad en estos cuatro años. Y ya veis cómo está el equipo, y cómo se llena Anoeta, estamos en el mejor momento como club. A nivel europeo también se está hablando de la Real. Algunos sí tendrán envidia de la Real.

Encantado de cómo le trata la afición y emotivas anécdotas. “Que un aficionado te diga que ojalá que no te mueras, que ojalá que no te vayas de aquí te llena más que cualquier victoria o cualquier tipo de Copa. Ayer Remiro me dio la botas y se las di a un aficionado de la Real de Toledo, que se puso a llorar. Eso es mucho más grande que cualquier victoria. Desde el principio, me he sentido querido por la afición y sólo tengo palabras de agradecimiento. Seguramente, mi familia está sufriendo, porque me ve muy poco. Me voy a las ocho y vuelvo a las nueve y media de la noche. La única cláusula que he tenido que pelear ha sido la de mi mujer, que los días que no tengamos entrenamiento entre semana, que aparezca a comer a casa. Le he dicho que sólo si ganamos el partido. Es emocionante sentir el cariño del aficionado”.




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