WASHINGTON DC – El exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence (2017-2021) cerró este miércoles la puerta a testificar ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, pese a haberse mostrado abierto a cooperar en el pasado.
En sendas apariciones en los canales de televisión CBS y CNN para promocionar su nuevo libro, el que fuera vicepresidente con Donald Trump tildó a la investigación que dirige el comité de “partidista” y aseguró que los congresistas “no tienen derecho” a llevarlo a testificar.
Según Pence, además, que un exvicepresidente prestara declaración ante el comité crearía un “precedente terrible”.
Lo expresado este miércoles por el exvicepresidente es un cambio de postura con respecto a sus palabras de agosto, cuando dijo que estaba abierto a testificar ante el comité del Congreso si se lo pedían.
Pence también describió la jornada del 6 de enero, cuando miles de seguidores de Trump irrumpieron violentamente en el Capitolio para tratar de impedir la confirmación del ganador de las elecciones de 2020 y actual presidente, Joe Biden, como “el día más difícil” de su vida en la esfera pública.
Los hechos de ese día crearon una separación irreparable entre Pence y Trump, que pasaron de ser estrechos aliados en la Casa Blanca a enemigos que se lanzan críticas el uno al otro públicamente.
El exvicepresidente suena además como uno de los posibles aspirantes a la candidatura presidencial republicana para los comicios de 2024, una cita a la que Trump confirmó su presencia el martes, convirtiéndose en el primer aspirante con posibilidades en anunciar su candidatura.
Esta vez le pesan varias investigaciones y oposición dentro de su partido
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