La Liga está a su fin justo cuando el Espanyol está atravesando el mejor momento de esta temporada. Los pericos de Rubi están realizando una gran recta final, manteniendo opciones europeas hasta la última jornada. Una emoción desconocida en la historia de Cornellà-El Prat, inaugurado el 2 de agosto de 2009. Están encadenando una dinámica positiva de ocho partidos invictos con cuatro victorias (Girona, Alavés, Atlético y Leganés) y cuatro empates (Getafe, Levante, Celta y Betis). Es decir, han sumado 16 puntos de los 24 disputados, y falta un encuentro para el colofón liguero. En esa gran racha, han logrado en dos ocasiones dos triunfos consecutivos (Girona y Alavés, la primera vez; y Atlético y Leganés, en los dos últimos encuentros) pero nunca han logrado tres victorias seguidas. No obstante, aún están a tiempo de batir una nueva marca pues si derrotan a la Real en la jornada 38 habrán ‘roto’ el gafe’.
Ésta es la tercera ocasión que el Espanyol mantiene una dinámica positiva en esta Liga y supera a las dos anteriores. La primera coincidió con as once primeros jornadas. Los de Rubi se convirtieron en la sensación de la Liga, situándose en la segunda posición de la tabla e incluso luchando para colocarse líder. Pero en la jornada 12 perdió en Sevilla y empezó a caer por la clasificación hasta acercarse al pozo. En aquel tramo antes de llegar al Pizjuán, sumaron 14 puntos de los 21 jugados en siete encuentros. Después encadenaron seis derrotas seguidas pero los dirigentes siguieron confiando en el trabajo de Rubi y de sus colaboradores.
Segundo vuelo
En la jornada 22, los pericos volvieron a alzar el vuelo hasta que el Sevilla, de nuevo, frenó la buena racha. En este segundo tramo, encadenaron seis encuentros invictos y sumaron 10 puntos de los 18 disputados. Tras dos derrotas consecutivas, empezaron a dejar la zona de ‘tierra de nadie’ para remontar posiciones durante las últimas ocho jornadas.
Ahora se presentan en el último partido de Liga con 50 puntos, ocupando la novena posición, y a tres de la séptima que da opción a jugar una competición continental.
El estreno de Rubi al frente de la primera plantilla del Espanyol es inmejorable teniendo en cuenta que las ilusiones europeas están intactas. El técnico aseguró en su presentación que siempre miraría hacia lo alto de la tabla y, pese a algunos altibajos, está logrando uno de sus objetivos.
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