Los aficionados de los Golden State Warriors respiraron aliviados anoche por dos motivos que invitan de nuevo al optimismo. En primer lugar, Klay Thompson, con 41 puntos y 10 triples, mostró su versión más letal desde que regresó de su mala racha de lesiones en enero; además, los vigentes campeones lograron cortar una racha de ocho derrotas consecutivas a domicilio y vencieron por primera vez esta temporada lejos de San Francisco con ajustado triunfo por 120-127 en casa de los colistas Houston Rockets.
El estallido de los Splash Brothers fue completo, ya que Stephen Curry acompañó a su pareja de baile con 33 puntos y 7 triples. Entre ambos acumularon 74 puntos y 17 aciertos en 27 intentos desde el perímetro. El base, además, siguió en otro planeta añadiendo 6 rebotes, 15 asistencias, 3 robos y 2 tapones a su actuación estelar.
Aunque todavía quieren mejorar mucho más, las cinco victorias en siete partidos desde su nefasto 3-7 de arranque alivian un poco a unos Warriors incapaces de ejercer como lo que son fuera de su feudo. “No nos ha sentado nada bien el 0-8. Hemos tenido que arañar y agarrarnos para conseguir este triunfo y quitarnos este peso de encima, sentirnos bien con nosotros mismo lejos del Chase Center. Es algo que importa”, comentó Curry tras el triunfo.
Thompson también analizó su hoja de servicios individual de manera similar: “A partir de aquí puedo construir. Quería un partido así, me he sentido genial al poder dejar volar el balón”. Con un 10 de 13 en triples, el escolta logró alcanzar los dobles dígitos en tiros de tres anotados por sexta vez en toda su trayectoria. La anterior ocasión era de principios de 2019, antes de que empezara su calvario con las lesiones que por fin apunta a remitir del todo.
A pesar del tremendo encuentro vintage de Klay, fue Steph quien decidió una vez más para unos Warriors entregados a su excelencia. Gracias a dos triples suyos en el tramo decisivo, uno justo al entrar en los dos minutos finales para el 115-121 y otro con 40 segundos en el reloj que les puso 9 arriba, el conjunto de Steve Kerr se escapó con la victoria. La celebración les sorprendió hasta a ellos mismos. “Me ha sorprendido. Nos hemos puesto las manos a la cabeza como si hubiéramos ganado algo de verdad, quizás haciendo mofa de nuestro mal arranque”, explicó el ’30’.
Los Warriors, que contaron además con 22 puntos y un 6 de 11 en triples de Andrew Wiggins, vencieron con un 53,5% de acierto en tiros de campo y un 51,1% en triples (24-47). Para los Rockets, loables en su esfuerzo contra los vigentes campeones, destacaron Kevin Porter Jr. (30 puntos y 6 asistencias), Jabari Smith Jr. (22 puntos y 7 rebotes y Tari Eason (19 puntos y 8 rebotes). El madrileño Usman Garuba, ya consolidado en la rotación, registró 3 puntos, 6 rebotes, una asistencia y 2 robos en 22 minutos de juego, acertando su único intento triple en el partido.