Los ataques de Rusia contra localidades e infraestructuras ucranias —que comenzaron el pasado octubre, como represalia a los avances en la contraofensiva de Kiev— han vivido este miércoles uno de sus días más duros, con al menos una decena de víctimas mortales. Distintas regiones del país han vuelto a sufrir bombardeos masivos y, de nuevo, las infraestructuras energéticas han sido blanco de los misiles, denuncian las autoridades de Kiev. Además de la decena de muertos en distintas regiones, ha habido cortes de luz, de agua y de telefonía móvil; y tres de las centrales nucleares han tenido que ser detenidas.
Las diferentes alertas que llegan desde prácticamente todo el país indican que, por quinta vez, se ha repetido el mismo guion. Rusia lo puso en marcha con el lanzamiento de proyectiles los pasados 10 y 11 de octubre —tras el sabotaje del puente del estrecho de Kerch, que une la anexionada península ucrania de Crimea con Rusia— y lo ha ido repitiendo hasta el peor de todos ellos, con un centenar de misiles, el martes 15 de noviembre, un ataque que causó daños hasta en 15 puntos esenciales para el abastecimiento de agua y luz de la población. Ese día, sin embargo, no dejo tantas víctimas mortales como este miércoles. “El Estado terrorista sigue luchando contra civiles e instalaciones civiles”, dijo el presidente Volodímir Zelenski en la mañana del miércoles, cuando solo se habían producido los ataques en Zaporiyia y Járkov.
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La ciudad de Kiev ha sido uno de los objetivos y, al menos, tres personas han muerto, según confirman fuentes militares y municipales. La policía ha facilitado imágenes de uno de los lugares en los que aparece un cadáver en el momento de ser retirado. Una parte importante de la capital, que antes de la invasión rusa contaba con tres millones de habitantes, se ha quedado sin suministro de agua y luz. El alcalde, Vitali Klischko, ha pedido a los ciudadanos que se aprovisionen de agua y ha informado de que los técnicos están tratando de reparar las averías causadas por el bombardeo. Klischko ha asegurado que de los 31 misiles lanzados sobre Kiev, las fuerzas ucranias han conseguido derribar 21. Un proyectil ha alcanzado también un edificio de viviendas en Vishgorod, a las afueras de la capital, a donde se han desplazado los servicios médicos y de emergencias, según ha relatado un testigo . El resultado es de, al menos, cuatro muertos, según fuentes del Ministerio del Interior.
La disminución de la potencia ha obligado a una desconexión de emergencia de las centrales nucleares de Rivne, Sur de Ucrania y Jemelnitski, según ha informado la empresa estatal Energoatom. En cuanto a la de Zaporiyia, funciona desconectada de la red eléctrica, únicamente gracias a generadores diésel, según la misma fuente.
Uno de los asesores presidenciales, Mijailo Podoliak, ha tirado de humor negro en Twitter refiriéndose a este nuevo “ataque masivo”: “Mientras alguien espera los resultados de la Copa del Mundo y el número de goles marcados, los ucranios esperan otro resultado: el número de misiles rusos interceptados”.
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While someone is waiting for World Cup results and the number of goals scored, Ukrainians are waiting for another score – number of intercepted Russian missiles. A new massive attack on 🇺🇦 infrastructure facilities is underway. In NASAMS, IRIS-T and Air Defense Forces we trust.
— Михайло Подоляк (@Podolyak_M) November 23, 2022
El problema es que, tras los ataques masivos lanzados por Rusia desde octubre, el 50% de las infraestructuras energéticas han resultado dañadas. Ya antes de estos bombardeos, se estaban llevando a cabo interrupciones generalizadas del suministro porque la red no es capaz de soportar el aumento del consumo, pues las temperaturas están bajando estos días con la llegada de las primeras nieves. Los cortes no ocurren solo en Kiev. Los ataques de este miércoles han dejado también sin luz partes de otras ciudades importantes como Járkov, en el este; Odesa, en el sur; Lviv, en el oeste, y Chernihiv, en el norte. Coincidiendo con los bombardeos de primera hora de la tarde, el país vecino de Moldavia ha sufrido también un apagón generalizado. Los grupos de Telegram por los que se organizan los vecinos en diferentes regiones alertan también de apagones y problemas con los móviles en Poltava, Vinitsia, Fremenchug, así como en la ciudad de Krivi Rih. En Dnipró, la falta de potencia de la red también está detrás de problemas de cortes de luz y agua.
Misiles contra una maternidad de Zaporiyia
La madrugada comenzó con ataques en el este del país, en las regiones de Zaporiyia y Járkov. Un proyectil golpeó allí un hospital de Zaporiyia con el resultado de la muerte de un bebé que acababa de nacer poco antes, según las autoridades. Su madre y uno de los médicos resultaron heridos. “Nuestros corazones están llenos de dolor: un bebé, que acaba de llegar a este mundo, ha sido asesinado”, lamentó el gobernador, Oleksandr Staruj, a través de su cuenta de Telegram. El impacto dejó parcialmente destruido el centro hospitalario ubicado en Vilniansk, unos 20 kilómetros al noreste del centro de la ciudad de Zaporiyia, capital de esta región homónima que se halla parcialmente en manos rusas. Al caer la tarde del miércoles, todos los distritos regionales tenían problemas con el suministro de luz, agua y de comunicaciones por medio de los teléfonos móviles.
También de madrugada dos personas resultaron muertas en el ataque a un bloque de viviendas en la localidad de Kupiansk, al este de la región de Járkov. Se trata de un enclave que fue liberado de la ocupación rusa el pasado septiembre, pero que sigue siendo objeto de ataques de las tropas invasoras con frecuencia.
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