Isidre Esteve (15 de mayo de 1972 en la Oliana, Lleida) afronta a partir del próximo 31 de diciembre de 2022 su 8ª edición del Dakar en coche, que se une a las 10 que acumuló en motos.
El piloto catalán consigue este año su sueño de pilotar un coche puntero, el coche que siempre había deseado, el Toyota Hilux T1+, con ruedas más grandes y mayor recorrido de suspensión que su T1 del pasado curso.
Todo ello, después de muchos años de lucha y constante superación, después de que su vida cambiara por completo tras sufrir un grave accidente compitiendo en moto en 2007, que le causó una lesión medular que le dejó en silla de ruedas.
Por ello, Isidre tiene que pilotar su potente vehículo tan solo usando las manos, con el mismo sistema que ideó Albert Llovera junto a la empresa Guidodimplex.
Isidre, sin poder usar los pies como sí hacen otros pilotos, debe competir en la carrera más dura del mundo, a gran velocidad y con múltiples dificultades, teniendo que hacer todos sus movimientos con sus dos manos. Increíble, pero cierto. En solo unos segundos, tiene que acelerar, frenar, cambiar de marchas y seguir empujando al máximo, solo con sus manos.
“¿Cómo lo hace?”, es la pregunta que se suelen hacer los aficionados. Gracias a una enorme habilidad que ha ido mejorando a medida que ha ido acumulando experiencia al volante.
Isidre Esteve cuenta con dos aros en el volante. Uno, en la parte interior delantera del volante. Al apretar ese aro interior, acelera. Otro, está ubicado tras el volante. Al apretarlo con los dedos hacia él, frena. Esos dos aros se mueven al unísono que el volante, que usa como el resto para girar. Así, mientras gira, también puede apretar los aros del acelerador (delantero) y freno (aro tras el volante) para ir conduciendo. Pero es no es todo. También tiene que cambiar de marchas. Lo hace como el resto de pilotos, por lo que la sincronización y velocidad gestual que exhibe en cada kilómetros es increíble, ya que tiene que ir soltando una de las manos para apretar el cambio (haca atrás sube marcha y hacia adelante, baja marcha).
Para colmo, la mayor de las complicaciones llega en el arranque de las etapas. El piloto tiene que apretar el embrague. La solución la encuentra con un sistema que le permite accionar el embrague con los dedos de su mano derecha. Puede hacerlo porque este embrague se coloca en forma de botón justo detrás del cambio de marchas.
Así, puede poner la mano derecha en el cambio de marchas y apretar el embrague para soltarlo abriendo los dedos al acelerar en los primeros metros de la etapa. Y justo después, sin soltar su mano derecha del cambio, puede subir marchas en plena aceleración, que consigue al apretar el aro interior del volante con su mano izquierda.
Una locura que ya domina a la perfección.