El PSG y el Ayuntamiento de París tienen una guerra abierta desde hace tiempo por la propiedad del Parque de los Príncipes. El club quiere comprar el estadio en el que juega sus encuentros desde hace tantos años, pero no al precio que piden las instituciones. Aunque también se valoró mudarse al Stade de France, el Estado fija la venta en unos 600 millones de euros, una cifra prohibitiva si se repara en las reformas que habría que hacer.
Con 80.000 asientos de capacidad, el Stade de France cumple con uno de los requisitos que busca el PSG, que quiere poder dar cabida a muchos más aficionados en cada uno de sus partidos. Sin embargo, las obras para reducir la distancia que hay en estos momentos entre el público y el terreno de juego, provocado por la pista de atletismo, dispararían el gasto por encima de los mil millones de euros. Inasumible, incluso para el PSG.
La ubicación del Stade de France, en Saint-Denis, uno de los muchos suburbios que hay al norte de la capital, tampoco ayuda. El acceso no es nada sencillo, como quedó comprobado en la última final de la Champions entre el Real Madrid y el Liverpool. Por esas razones, y pese a que Al Khelaifi ha amenazado con marcharse del Parque de los Príncipes, por ahora no ha habido contactos reales con el Estado para trasladarse al estadio donde habitualmente juega Francia.