Marcelinho Huertas (Sao Paulo, Brasil, 39 años, 1,90), base del Lenovo Tenerife, fue el gran protagonista la pasada semana de un hito histórico al convertirse en el primer jugador extranjero que llega a los 600 partidos en la Liga Endesa. Tras debutar vistiendo los colores del Joventut en la competición española el 2 de octubre del 2004 contra el Plus Pujol Lleida, ‘Marce’ vistió los colores del Iurbentia Bilbao (2007-2008), Fortitudo Bolonia (2008-2009), Caja Laboral Baskonia (2009- 2011), Regal FC Barcelona (2011-2015), Los Angeles Lakers (2015-2017), Saski Baskonia (2017-2019) y Lenovo Tenerife (2020-2022).
Supongo que en aquel ya lejano 2004 cuando llegó a España no se podía imaginar que ahora sería el poseedor de este récord histórico…
No, claro, cuando uno empieza uno piensa en objetivos cortos, en adaptarse a una nueva realidad… Y aquella realidad no era ni mucho menos pensar en esto. Han pasado muchos años de aprendizaje, de currármelo mucho. Pero, vaya, aquel momento ni se me pasaba por la cabeza.
¿Qué queda de aquel joven Marcelinho Huertas?
Bueno, creo que la esencia de la persona es la misma. Sigo teniendo las mismas ganas de seguir mejorando, de aprender… Como jugador he evolucionado muchísimo con el paso de los años. He tenido mucha suerte de tener grandísimos entrenadores y compañeros de equipo y me han enseñado muchas cosas, no sólo dentro de la pista sino también fuera de ella, eso es muy importante, porque aprendes de las experiencias de vida de otras personas con diferentes culturas y valores. Las relaciones que creas con el paso de los años son algo muy importante, eso te hace crecer como persona.
¿Cuáles son las claves para tener una carrera como la suya? ¿Pasión, trabajo, suerte con las lesiones, quizás?
Estar libre de lesiones te ayuda, eso está claro. Yo no he tenido ninguna que haya sido seria, las pocas que he tenido han sido de perderme pocos partidos, de hecho, en muchas de las temporadas no me he perdido ningún partido. Eso está claro que te facilita el tener una continuidad y una carrera más larga. Aparte de eso, te diría que la mentalidad, el querer seguir siempre mejorando, no pensar que ya lo sabes todo, saber escuchar… A mí lo que me mueve es despertarme todos los días con la ilusión de venir a entrenarme. El día en que me cueste venir o ya esté cansado ya no valdrá la pena seguir con esto, pero de momento mi cabeza sigue muy activa pensando en baloncesto, mis piernas me lo piden también, así que de momento sigo con muchas ganas.
¿Ya tiene claro qué hará cuando se retire o todavía no?
No lo tengo claro todavía, he hablado con varias personas, pero cuando llegué el momento lo tendré más claro. Hay que estar preparado para todo, me veo metido en algo relacionado con el baloncesto, no sé exactamente de qué manera, muchos me dicen que debería ser entrenador. Me prepararé para todas las posibilidades que puedan aparecer. Cuando llegue el momento hablaré con mi familia y me lo tomaré con calma.
Visto desde fuera, si es por experiencia y conocimiento del baloncesto yo le diría que le vemos como entrenador. La pregunta es si usted mismo se ve como entrenador…
Sí, bueno, es algo que me llama muchísimo la atención, me gustaría mucho hacerlo por mi manera de ver el juego y de hacer que un equipo tenga el perfil de la manera como yo entiendo el baloncesto. Las ganas de estar dentro de una pista de baloncesto y de seguir viviendo con esa misma adrenalina siempre van a estar ahí, eso está claro, pero vamos ver, dependerá de muchas cosas.
Le pregunto también por el Lenovo Tenerife, porque va líder de la Liga Endesa y jugando realmente bien. Y este domingo recibe al Real Madrid, todo un partidazo.
Yo veo al equipo bastante centrado, el nivel de juego es bastante bueno, pese a la última derrota, en Badalona, en un encuentro en el que cometimos demasiados errores en el último cuarto. Pero el balance es muy positivo. Es un bloque de jugadores que lleva tiempo jugando junto, las piezas que van llegando se están adaptando rápidamente, varios de ellos ya habían jugado anteriormente con Txus (Vidorreta, entrenador del equipo) y conocen su estilo, por lo que la adaptación es mucho más fácil. Son jugadores que no sólo tienen un talento, sino que tienen un conocimiento muy alto del juego y eso es necesario si estás en un equipo dirigido por Txus. Tenemos una plantilla muy compensada y muy ‘profunda’ y eso nos permite tener la posibilidad de estar donde estamos actualmente. Esperamos seguir en esta línea sin la presión que tienen otros equipos y seguir haciendo lo nuestro sin pensar en los demás.
¿Qué recuerdos tiene de su paso por sus otros equipos?
Tengo grandísimos recuerdos. Cada equipo deja una huella distinta, son equipos diferentes con objetivos diferentes, también llegan en distintos momentos de tu vida… Siempre intento llevarme todo lo bueno de lo que ha pasado. Te podría estar hablando horas y horas de cada lugar en el que he estado. Yo le estoy muy agradecido a los equipos que me han dado la oportunidad. Me considero un jugador muy afortunado, en todos ellos he vivido grandes temporadas, en todos ellos he jugado el playoff todos los años de mi carrera y en todos excepto en una ocasión he jugado la Copa. Pero no sólo ha ido bien dentro de la pista, sino también fuera de ella. He hecho muchos amigos, con muchos de ellas sigo en contacto. Las relaciones que has construido es algo que te llevas para toda la vida.
Usted ahora ve llegar a chicos jóvenes, como lo era usted en 2004. ¿Qué consejos les da?
En primer lugar, que tengan paciencia, porque a veces no salen como esperamos al principio. Pero hay que ser perseverantes, seguir trabajando, tener mentalidad, no perder la pasión, no dejar que algún contratiempo te hunda y que dejes de hacer las cosas que son las básicas para llegar a tener éxito. En la carrera de un jugador hay muchos momentos que son difíciles y en los momentos malos hay que aguantar y saber esperar a que pase. Todo lo bueno acaba y todo lo malo acaba también. Al final si eres trabajador volverás a tener una oportunidad. Esto es lo más importante.
Le hago la última pregunta y ya es el plan curiosidad personal. En el verano de 2004 yo estaba siguiendo a la selección española, que jugaba un triangular amistoso en Alicante con Brasil y Puerto Rico. Y en el hall del hotel de concentración de los equipos estaba usted reunido con unos directivos del Joventut. ¿Qué estaba pasando allí?
¡Estaba firmando mi contrato con el Joventut! Fue mi primera convocatoria con la selección brasileña y vinimos a jugar ese torneo en Alicante, antes de los Juegos Olímpicos de Atenas. Ya estaba todo hablando con la Penya y con mi agente, yo había hecho una buena temporada en Brasil, había muchos rumores de que incluso podría salir en el ‘draft’ y surgió la oportunidad de fichar. Ya estaba todo hecho, en aquel hall lo que hicimos fue firmar el contrato y cerrar el acuerdo para mis dos primeras temporadas en Badalona.