BUFFALO, NUEVA YORK — Una gélida tormenta invernal ha cobrado la vida de al menos 18 personas al tiempo que se extiende por todo el país, dejando sin electricidad a cientos de miles de hogares y negocios y causando preocupación a millones de personas por la posibilidad de apagones en la víspera de Navidad.
La tormenta desató toda su furia en Buffalo, Nueva York, con vientos huracanados que provocaron condiciones de tormentas de nieve. Las tareas de respuesta a emergencias se paralizaron y el aeropuerto internacional de la ciudad fue cerrado.
Autoridades de distintos puntos de Estados Unidos han atribuido las muertes a la exposición a las bajas temperaturas, a accidentes automovilísticos, a caídas ramas de árboles y otros efectos de la tormenta. Al menos tres personas murieron en el área de Buffalo, entre ellas dos que sufrieron emergencias médicas en sus hogares y no pudieron ser salvadas porque los rescatistas no pudieron llegar hasta ellas en medio de una ventisca histórica.
Las fuertes nevadas, temperaturas de un solo dígito y los cortes de energía del día anterior hicieron que los residentes de Buffalo decidieran el sábado salir de sus hogares rumbo a cualquier lugar que tuviera calefacción. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo el sábado que el Aeropuerto Internacional de Buffalo Niagara estará cerrado hasta el lunes por la mañana y que casi todos los camiones de bomberos en Buffalo quedaron varados en la nieve.
“No importa cuántos vehículos de emergencia tengamos: no pueden atravesar las condiciones” creadas por la tormenta, explicó Hochul.
Las ventiscas cegadoras, la lluvia helada y el frío glacial también causaron apagones desde Maine hasta Seattle, mientras que un importante operador de la red eléctrica advirtió a los 65 millones de personas a las que da servicio en el este de Estados Unidos que podrían ser necesarios apagones programados.
La empresa PJM Interconnection, con sede en Pensilvania, dijo que las centrales eléctricas están teniendo dificultades para operar en el clima gélido y pidió a los residentes de 13 estados que traten de usar la electricidad sólo para fines básicos al menos hasta la mañana del 25 de diciembre. PJM Interconnection —que cubre todo o parte de Delaware, Illinois, Indiana, Kentucky, Maryland, Michigan, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania, Tennessee, Virginia, Virginia Occidental y Washington, D.C.— también advirtió que podrían ser necesarios apagones programados.
La Autoridad del Valle de Tennessee, que proporciona electricidad a 10 millones de personas en Tennessee y partes de los seis estados circundantes, ordenó el sábado a las compañías eléctricas locales que implementaran interrupciones programadas para “garantizar la confiabilidad del sistema eléctrico” pero suspendió la medida por la noche.
En los seis estados de la región de Nueva Inglaterra, más de 273,000 clientes de la red continuaban sin electricidad el sábado por la tarde, siendo Maine el más afectado, y algunas empresas de servicios públicos advirtieron que podrían pasar días antes que se restablezca la energía.
En Carolina del Norte, casi 169,000 clientes seguían sin electricidad por la noche, por debajo de un punto máximo de más de 485,000, pero funcionarios de servicios públicos dijeron que los apagones continuos seguirán durante “los próximos días”.
Entre los que no tenían electricidad se encontraba James Reynolds, de Greensboro, que dijo que la persona con que comparte casa, una persona de 70 años que sufre diabetes y artritis severa, pasó la mañana acurrucada junto a un calentador de queroseno con temperaturas interiores “en torno a los 50 grados”.
En Cheektowaga, un suburbio de Buffalo, dos personas murieron en sus hogares el viernes cuando los equipos de emergencia no pudieron llegar a tiempo para atender sus afecciones médicas, según el ejecutivo del condado Erie, Mark Poloncarz. Reveló que otra persona murió en Buffalo y consideró que la ventisca podría ser “la peor tormenta en la historia de nuestra comunidad”.
Las ambulancias necesitaban más de tres horas para cubrir un viaje a un hospital, añadió Poloncarz.
Los meteorólogos dijeron que hasta el sábado se habían acumulado 28 pulgadas de nieve en Buffalo. El mes pasado, las áreas al sur de la ciudad registraron un récord de alrededor 6 pies de nieve en una sola tormenta.
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