El partido que el Atlético de Madrid disputó ante el Elche en el Metropolitano dejó muy buenas noticias en muchos sentidos. Para muchos de los rojiblancos. Quizás no tanto para uno de ellos, para un Mario Hermoso que acabó expulsado.
El madrileño vio dos tarjetas amarillas en apenas tres minutos en la segunda parte, con el agravante de que el Atlético estaba en superioridad numérica desde el descanso por la expulsión de Gonzalo Verdú.
Para el central del Atlético era un partido importante, para demostrar que se podía asentar en el centro de la defensa. Desde la vuelta del equipo a la competición, el Cholo había venido apostando por él como tercer central, en detrimento de un Reinildo Mandava que no es intocable, como les contamos.
Sin embargo, Hermoso acabó expulsado y tendrá que cumplir un partido de sanción para el partido ante el FC Barcelona, el próximo 8 de diciembre. Al no ser roja directa, fue doble amarilla, la sanción se tiene que cumplir en la misma competición.
Una pena para el madrileño, porque venía haciendo un buen partido. De hecho, su pase en profundidad a Morata en el 43’ había provocado la expulsión de Verdú. Y antes de eso, otro pase en profundidad también al internacional español, había generado una ocasión clara. En dos jugadas dejó ver qué es lo que había llevado a Simeone a apostar por él en lugar de Reinildo, su claridad en la salida de balón.
REINCIDENTE
El problema en este sentido es que Mario Hermoso ya es reincidente en este tipo de cuestiones. Hablamos de un central que es capaz de remontar un partido con un gol inverosímil cuando más lo necesita el Atlético, pero también que es capaz, como ya ha demostrado de acabar expulsado acto seguido o provocar un inverosímil penalti que equilibre para mal todo lo bueno que ha hecho en un partido.
En este mismo curso, ante el Real Madrid, ejemplificó lo que es últimamente. Salió en el minuto 72, acortó el marcador con un gol con el hombro para el 1-2 y acto seguido, con dos tarjetas en dos minutos se fue a la calle. O meses antes, ante el Porto, que marcó en el minuto 92 y provocó un penalti tres minutos después. Increíble pero cierto.
La preocupación para él debería llegar del hecho de que, tras aquel episodio del derbi, Hermoso volvió a tardar casi un mes y medio en jugar con el Atlético. Sencillamente perdió el tren. Veremos si ahora no pasa lo mismo porque Reinildo está agazapado esperando su oportunidad para recuperar la titularidad que ha perdido.