Reclamando el MVP para Pascal Siakam, rugiendo con un Gary Trent Jr. que salía de todas partes, el Scotiabank volvió a subir el volumen para que los Toronto Raptors encontraran, por fin, algo de calma ante los Phoenix Suns (113-104), agobiados los de Nick Nurse por los pésimos resultados recientes, ocho derrotas y dos solitarias victorias en los 10 choques anteriores.
El hambre, la necesidad del conjunto canadiense, personificada en el pívot camerunés –26 puntos con un 8/17 en tiros-, y, sobre todo, en el escolta estadounidense anoche –35 tantos con un 11/22 en lanzamientos-, devoró la exquisita lección de Chris Paul, 20 tantos (6/12 en TC) y 12 asistencias. En época de probaturas por parte de Nurse para intentar cambiar la dinámica, Juancho Hernangómez se cayó de la titularidad tras seis partidos consecutivos en el quinteto inicial para jugar sólo 4 minutos, cogiendo un rebote y registrando un más-menos de +2.
Los Suns, o por lo menos en la impresión que dieron esta pasada madrugada, se ven limitados sin Devin Booker, baja por un mes, faltos de puntos sin su faro. Sumidos en una dinámica negativa y sólo al principio de un largo tiempo sin su principal productor de puntos, el equipo de Monty Williams –séptimo ahora en el Oeste-, rehúye de favoritismos, quizá intentándose proteger ante las expectativas.
“No estamos pendientes ni de los medios ni de las redes sociales por nuestra salud mental. Sabemos cuál es nuestro camino”, advertía Williams en la previa, en la que Bismack Biyombo, en una línea similar a la de su entrenador, quitaba hierro a la temporada regular. “Sabemos que iremos a play-offs”, apuntaba el ex del Fuenlabrada a MD. Tras el disgusto que supuso quedar apeados en las Semifinales del Oeste ante los Dallas Mavericks, en Phoenix no quiere echarse presión encima. A pesar de que la alivie Chris Paul.
“¿Las expectativas? No miramos ni la prensa ni las redes sociales por nuestra salud mental”
El base de 37 años, algo como un catedrático del baloncesto sin título –ese anillo que ‘legitime’ su carrera-, podrá seguir jugando el tiempo que quiera porque su mente privilegiada, su temple, siguen igual de lúcidos. Aunque acabó con 6 pérdidas ante la defensa de los Raptors, cautivó con su saber estar, su elección siempre de la decisión más correcta, su fría lectura para encontrar al compañero liberado cuando se vio con más de un defensor encima. No obstante, aparte de Mikal Bridges (21 puntos), y a pesar de los 12 tantos de Torrey Craig y los 11 de Duane Washington (11), echó en falta al final ejecutores. Deandre Ayton, muy bien neutralizado por la defensa de Toronto, nada más que pudo sumar 4 puntos con un 2/10 en tiros en su peor partido del curso.
Los Suns -que llegaron a remontar rentas superiores a los 10 puntos- se vieron con opciones hasta el último minuto y medio -107-102-, compensando a golpe de triple -un 46% con un 14/30-, la más fluida ofensiva de los Raptors, 10 asistencias más que en el último partido -31 frente a 21-, y dividiendo con paciencia e inteligencia la zona de Phoenix con Siakam como base en el cinco contra cinco con la baja de Fred VanVleet.
Los de Nurse supieron jugar con los cambios para dejar al camerunés frente al defensor que más ‘interesaba’ y encontrar mejores tiros con una buena circulación cuando el pívot atraía ayudas. Trent, desde todos los rangos -también la media distancia-, fue un problema sin solución para los Suns, condicionados al final por la defensa en ‘drop’ de los Raptors sobre Paul, al que intentaron aislar con dos jugadores tras salida de bloqueo, con el defensor del bloqueador más hundido y el del manejador pasando el propio bloqueo.
Scottie Barnes, de nuevo horrible en el tiro con 11 puntos y un 4/12 fue clave, en cambio al otro lado de la cancha. El ‘Rookie del Año’ vigente encimó sobre todo a Paul en la segunda parte con su defensa en ‘ice’, orientando su bote a izquierdas hacia la línea de fondo. Como subrayó Williams en su análisis del partido, los Raptors lograron ralentizar la ofensiva de los Suns con su manera de cubrir a Paul, sin que Phoenix encontrara la manera de ganar fluidez pese a intentar liberar a CP3 con bloqueos altos. Tiempo de reflexión en el equipo de Arizona para, sin Booker, prepararse para lo que viene.