Imagínense que están dentro de un coche ligero, con solo un cristal delantero, sin ventanillas a los lados, solo protegidos por unas mallas, atrapados dentro de una fuerte corriente de agua, en mitad de un río lleno de agua mezclada con arena. ¿Qué hacer en esa situación? Eso es lo que le ocurrió a la burgalesa Cristina Gutiérrez y al chileno ‘Chaleco’ López, ambos atrapados en medio de uno de los ríos que se formó por la enorme tromba de agua que cayó durante todo el día en el desierto de Ha’il. Se vivieron momentos de auténtico pánico.
“A partir del kilómetro 150 eran todo lagos y más lagos formados por la lluvia”, destacaba el piloto de T3, Gerard Farrés. Y entonces vio un río. Allí había varios coches atrapados y decidió pasar por otro lado. Se la jugó, aceleró a fondo y pudo pasar. “Tuvimos suerte de que justo por donde pasamos, el río no era tan profundo”, apuntó. Así es el Dakar, siempre necesitas “una dosis de suerte y la tuvimos”, apuntaba Gerard.
Esa suerte no la tuvieron Cristina y López. Ambos se quedaron en medio del río. Sin saber qué hacer. Vivieron momentos de pánico.
Cristina Gutiérrez y ‘Chaleco’ López, con sus respectivos Side by Side, se quedaron atrapados dentro de un río formado de forma natural por las fuertes lluvias en pleno desierto de Ha’il y pasaron una situación complicada, llena de miedo e incertidumbre.
Chaleco López, dentro de un río improvisado formado por la acumulación de agua caída
“Espero que la organización sea consciente de lo que ha pasado y apliquen las correcciones. He sufrido bastante dentro del coche. Hemos temido ser arrastrados por el río”, expresó la burgalesa tras tal susto, del que salió gracias al compañerismo que hay en el Dakar. Ales Loprais, líder en camiones, se paró para remolcar el coche y sacarlo del agua. Los camiones eran los únicos que no sufrían al pasar por ese río, abriendo las aguas con su fuerza y potencia y superando esa trampa sin complicaciones. Por ello, Loprais pudo salvar a la española, quien después de ver como el agua entraba por la parte derecha de su coche y transcurría por dentro para salir por la izquierda, empapando todo el vehículo, dijo haber sufrido “todo tipo de fallos eléctricos”.
‘Chaleco’ luchó contra la fuerza del agua para tenerse en pie
Mayor momento de miedo vivió su compañero en el equipo de fábrica de Red Bull, ‘Chaleco’ López. El chileno decidió salir de su vehículo, con el agua pasando por encima, para tratar de encontrar una solución. Se le vio batallando entonces para poder seguir de pie, contra la fuerza del río, y evitar ser arrastrado por él mientras su casco se balanzeaba de un lado a otro. Por suerte, no pasó nada de lo que lamentarse. Se empapó.
Su familia vio los vídeos de ese instante en las redes sociales y estaba muy preocupada. Así estuvo horas ya que el móvil de ‘Chaleco’ no daba señal y no se podían comunicar con él. Lo hacían con un periodista chileno que estaba en contacto con el equipo. Can-Am le decía al periodista que ‘Chaleco’ estaba esperando a que alguien sacara el coche del agua para ir hacia la meta y llegar al campamento. Así lo hizo horas después, tras un largo trayecto que hizo empapado. Estos coches están abiertos por los lados, así que imaginen el frío que pasó.
“Había un río que creció mucho. Aquí, cuando empieza a llover fuerte son diluvios”, apuntó, explicando el momento en el que se quedó dentro del agua: “Pasó todo el agua por encima del coche y lo bueno es que no lo perdimos”. Pensó que el coche se lo podía llevar la corriente o podía sufrir graves daños. “Estuvimos a punto de perder el coche y eso hubiera sido irremediable. Estamos con mucho frío. Ha sido un día bien complejo, pero lo más importante es que tenemos las mismas ganas que el primer día”, añadió, congelado, con ganas de quitarse la ropa y darse una ducha de agua caliente para empezar a olvidar lo ocurrido.
No fue el único que pasó frío, ya que hubo pilotos de motos que, aunque no pasaran por esas zonas de ríos, sufrieron al no llevar la ropa de abrigo. Pasaron un día realmente difícil. La organización neutralizó la carrera hasta en tres puntos de forma escalonada, a medida que las cosas empeoraban, neutralizaban otro punto para que los pilotos no tuvieran que vérselas con el agua. Fue un día complicado, pero por suerte para todos, no ocurrió nada grave.