Las nuevas tecnologías han tirado la puerta abajo. La sociedad se declara dependiente de unos dispositivos que hasta hace escasos años no existían pero que ahora no podríamos vivir sin ellos. Smartphone, tablet, ordenadores… Los aparatos electrónicos de la actualidad facilitan la forma de vida de millones de usuarios con ansias de renovar, cada cierto tiempo, sus equipos por unos más completos y modernos. Pero… ¿puede llegar la tecnología al ámbito de la sexualidad? Parece que los robots sexuales están cada vez más cerca. Te lo contamos.
Sexo robotizado
Nuestro vocabulario se ha ampliado mucho con el paso de los años, sobre todo en el ámbito sexual. Palabras como demisexual o pansexual se han convertido en un vocablo cada vez más habitual en nuestro idioma. Pero parece ser que vamos a tener que añadir alguna más a nuestro diccionario. Hablamos de los «digisexuales», una nueva tendencia sexual que define a las personas cuya identidad sexual primaria proviene del uso de la tecnología. Al menos esto es lo que han determinado desde la Universidad de Manitoba (Canadá) en un estudio publicado por la revista Journal of Sexual and Relationship Therapy.
Según el el profesor Neil Mccarthur, director del Centro de Ética Profesional y Aplicada de la Universidad de Manitoba: «A medida que las tecnologías sexuales avancen, la adopción de los robots sexuales crecerá y cada vez más personas llegarán a identificarse como ‘digiexuales’. Un aspecto que les llevará a iniciar una intensa conexión con sus compañeros robots». Cabe destacar que cada uno de estos dispositivos están creados completamente a medida para satisfacer las necesidades de estas personas.
Polémica inminente
Aunque de momento esta tecnología se encuentra en plena fase de desarrollo los robots sexuales no tardarán mucho en llegar al mercado. Según comenta Mccarthur: «No hay duda de que los sexbots están muy cerca. Mucha gente se encontrará con que sus experiencias con esta tecnología se integran perfectamente con su identidad sexual y algunos preferirán que dirijan sus interacciones sexuales”. Sin embargo, la polémica está servida, ya que algunos sociólogos y médicos afirman que esta práctica podría ser no beneficiosa para la salud emocional de los usuarios, ya que la sexualidad humana incorpora un importante componente afectivo.
Está claro, los robots sexuales están a la vuelta de la esquina y la inteligencia artificial que incorporan les permite estar equipados con todo tipo de sensores que responden al tacto. Una celebritie, una ex pareja, un amor platónico… Los robots sexuales generan tanta polémica como posibilidades.
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