La NBA no se olvida de Rokas Jokubaitis. Pese a los altibajos que está teniendo esta temporada, el base sigue gustando a los New York Knicks, quienes poseen sus derechos tras draftear en el 34 en 2021 al lituano, que ese verano jugó la Summer League con la franquicia neoyorquina. Con ocasión de la visita de los Knicks la semana pasada a Toronto, MD pudo preguntar a su entrenador, Tom Thibodeau, sobre los planes de la franquicia con el base azulgrana.
“Sería más una cuestión para el ‘front office’ (la dirección), pero nos gustó mucho cuando jugó la Summer League. Ojalá tenga una buena temporada y luego en verano veremos. Pero sí, me gustaría verle”, respondió ‘Thibs’. MD solicitó hablar con alguien del ‘front office’ para saber más acerca de Jokubaitis pero la oficina principal de los Knicks no suele hablar con los medios, tampoco con los más cercanos a la organización.
Sin embargo, de acuerdo a la información que manejan quienes llevan años siguiendo a diario el conjunto neoyorquino, Rokas sigue gustando también al ‘front office’ y le siguen considerando para reforzar el roster de cara al curso que viene. Sobre todo, en el contexto de una próxima temporada en la que se espera movimiento en los Knicks, especialmente en el puesto de base.
“Jokubaitis nos gustó mucho en la Summer League”
Jalen Brunson, incorporado este verano de Dallas y con contrato hasta 2025, es y será el base titular indiscutible, pues su impacto en el juego ha sido inmediato y sus lazos familiares consolidan su posición en la franquicia, representado por el agente Sam Rose –hijo del presidente de los Knicks, Leon Rose–, y con su padre, Rick Brunson, como uno de los asistentes de Thibodeau en el cuerpo técnico.
No obstante, hay otros varios jugadores de la línea exterior con una situación incierta y las posibles bajas concederían más espacio en el equipo a Jokubaitis. Miles McBride será agente libre en verano igual que un Derrick Rose que podría ser traspasado ya en este mercado invernal. Tampoco está claro que siga Immanuel Quickley, cuyo contrato expira en 2024. Los planes de los New Yok Knicks seguirían su curso, pues la franquicia, como publicó el ‘New York Post’, optó el año pasado porque Rokas siguiera un año más en Barcelona y así esperar a 2023, con más espacio en el roster y en la masa salarial.
La presencia de otro jugador como Alec Burks -que acabó siendo traspasado a los Pistons en verano– fue otro motivo para esperar a traer al lituano, Mejor Joven de la Euroliga la pasada campaña. Los Knicks mandaron un ‘scout’ a Granada en la Copa del Rey del año pasado para seguir la progresión de Rokas, así como también a la Final Four de Belgrado.
El base de 22 años se sometió a una cirugía de oído tras la final de la ACB y se perdió la Summer League. Su contrato actual con el Barça termina en 2025 pero tiene una cláusula de salida para ir a la NBA. “Probablemente me quede en Barcelona un año más, así que intentaré impresionarles (a los Knicks) incluso más”, dijo Jokubaitis en declaraciones a ‘Basket News’ al final del curso pasado.
El asombro de Mike Budenholzer
La franquicia neoyorquina valora sobre todo de Rokas su habilidad como manejador, su inteligencia y su defensa pero no sólo los Knicks tienen buena opinión del lituano. Desde Nueva York destacan que Jokubaitis dejó impresionado en la Summer League a Mike Budenholzer, entrenador de los Bucks, campeones en 2021. Un valor añadido de cara a la visión que tiene la NBA de Jokubaitis, pues Budenholzer tiene en Jrue Holiday uno de los mejores bases de la mejor liga del mundo en ambos lados de la cancha, capaz de producir puntos para sí mismo y los demás y de defender a cualquier tipo de jugador. Rokas gusta.
Los números del lituano
Luces y sombras en la evolución de Rokas
Rokas Jokubaitis ha sufrido esta temporada una cierta falta de consistencia en su juego. A la sombra de Tomas Satoransky, el lituano ha perdido minutos en la Euroliga, donde su media de tiempo en pista ha descendido de casi 17 minutos a 13,5, aunque en ACB se ha incrementado de 13 a 15. Ello hace que el descenso de minutos con respecto al año pasado quede limitado a 0,6 en la media de las dos competiciones. El base ha sufrido una notable pérdida de eficiencia en el tiro que explica su retroceso anotador de 7,19 a 6. En ACB promedia los mismos puntos por partido (7,3), pero no así en competición europea, de 7,1 a 4,4.
Su acierto en lanzamientos de campo ha decrecido de un casi 53% a un 43,4%, mientras que la efectividad en los triples también ha descendido, del 48,3% al 41%. En ambos casos, el número de intentos por choque se mantiene, con 5 en el caso de los tiros de campo y con una ligera caída de 1,46 a 1,38 en los lanzamientos desde el 6,75.
No obstante, su mejora como asistente es evidente, no sólo incrementando el número de pases de canasta hasta 0,53 en menos tiempo, sino también reduciendo el ratio de pérdidas, de 1,40 a 1,19. También ha progresado en los tiros libres, de un 72,8% a un 78,7%.