Ricky Rubio regresó a la acción en la NBA el pasado 13 de diciembre y recibió el notorio aplauso de las aficiones de Portland y Minnesota a domicilio. En su tercer encuentro, se reencontró con la afición de los Cleveland Cavaliers, que le recibió con una sonora ovación después de su periplo de 380 días sin baloncesto por una grave lesión de rodilla. El base de El Masnou, de 32 años, pasó revista de sus primeros días de vuelta a la competición con la prensa de Ohio, dejando como siempre reflexiones interesantes.
¿Cómo se siente después de sus primeros partidos, cómo va la cosa?
Va un poco rara. Hacía mucho tiempo que no estaba ahí fuera. No he entrenado demasiado y he hecho muy poco cinco contra cinco, así que lo estoy retomando al vuelo, pero es parte del proceso. Sabía que no iba a volver todo de inmediato, y sigo trabajando en jugar con mis compañeros, ajustar mi juego y volver a jugar partidos de baloncesto. Hasta ahora ha ido bien.
¿Cómo se siente dentro de la cancha?
Bien, bien. He trabajado duro y me siento mejor que nunca en mi carrera deportiva. Ahora es el momento de trasladar todo el trabajo lejos de la pista, de los partidos, dentro de la cancha. La velocidad, todo es diferente. Todavía se me hace extraño, pero estoy acercándome.
“Me siento mejor que nunca en mi carrera deportiva. Ahora es el momento de trasladar todo el trabajo a la pista”
¿Cómo ha sido este proceso, comparado con el primero?
Diferente. Tenía 20 años entonces y no sabía gran cosa sobre las lesiones. Ahora, 12 años después, me lo tomo con más consciencia, lo trabajo mucho más que entonces. Es un punto distinto de mi trayectoria, es como el día y la noche. Me siento bien donde estoy, y tengo ganas de terminar con el proceso de readaptación.
¿Cómo ayuda su regreso a Darius Garland?
Puedo sacarle algunas de las cargas de trabajo de base. Sé como juega y cómo le gusta jugar. Se trata de crear una primera ventaja para que él luego pueda capitalizar, evitar que él deba generarse todas sus oportunidades.
Ha ejercido de mentor para otros grandes bases. Ahora juega con dos de ellos, Donovan Mitchell y Darius Garland, ya consolidados. ¿Cómo vive este hecho?
Se trata de seguir mejorando su juego y maximizar lo que hacen y cómo lo hacen. Si pueden anotar 25 o 30 puntos por partido, pero pueden conseguirlo con 2 o 3 tiros menos, son más efectivos. Leer bien el juego, lo que nos propone la defensa oponente. Intentar trabajar algo menos duro para llegar al mismo destino. Intento que sea natural, que la lectura de juego pueda trasladarse a todo el equipo.
“Intento subir la energía y el tempo del partido. Leer el juego para ser más efectivos”
El objetivo es jugar en tramos cortos e intensos. ¿Cómo puede mantener su impacto?
Es muy difícil. Cuando tienes un tramo más largo puedes entrar en calor con el partido, entender qué propone el juego y la defensa. Ahora es más difícil, porque cuando lo has conseguido ya has vuelto al banquillo, tienes que entenderlo mientras juegas. Es lo que los doctores recomiendan y donde estamos en este punto. Cuando estuve un rato más en el último partido me sentí más activo, productivo. Tengo ganas de contar con más minutos, pero es parte del proceso, y ya sabía que este comienzo no sería fácil.
Cuando llaman su número, ¿qué intenta aportar al equipo?
Intento subir la energía y el tempo del partido. Leer el juego para ser más efectivos. Crear ventajas sobre la pista, especialmente a la contra. Somos muy atléticos, pero no hemos corrido lo suficiente. Probablemente por cansancio. En este momento de la temporada puedes ver cómo algunos equipos se apagan un poco, justo antes del parón por el All Star. Hay que aprovechar ese bajón, y yo puedo tener un impacto en esta faceta. Estas semanas que tenemos antes del parón debemos subir el tempo de nuestro juego.
¿Qué significo el recibimiento de la afición?
El primer día de regreso fue muy emocionante, también ayer en el primer día en casa. Volver a casa sabiendo por lo que he pasado el último año, cómo se cortó mi temporada en un momento muy bueno para nosotros, no solo en la química de equipo sino también con la afición y las grada. Ese momento fue muy doloroso para mí, y ayer fue bonito comprobar que me siguen queriendo mucho aquí.
¿Por qué se entienden tan bien con Kevin Love?
No lo sé. Le conozco bien, sé lo que le gusta. Tenemos buena química. Su juego saca lo mejor del mío y a la inversa. Jugamos el pick&pop y sabemos cómo le gusta continuar. Es un gran pasador, y me encanta jugar a tocarla con los interiores.
“Viniendo de Europa, allí no son solo los jugadores, sino la afición, que es muy dura”
Caris LeVert ha tenido mucho protagonismo, pero juega más aislado y ahora comparten minutos ¿Cómo pueden aprovechar su juego?
No se trata de darnos relevos, sino de saber generar ventajas el uno para el otro. Es algo que viene natural, compartiendo la pista y hablando. Les pregunto a mis compañeros cómo les gusta jugar en ciertas situaciones, dónde prefieren recibir el balón.
Jugáis contra Memphis, un equipo al que le gusta hablar mucho, ¿cómo responde a esas cosas?
Viniendo de Europa, allí no son solo los jugadores, sino la afición, que es muy dura. Para responder a eso tienes dos opciones. O dejas que te humillen o te levantas y te vales por ti mismo. Tenemos la dureza necesaria para salir ahí afuera y no amilanarnos. Sabemos que hablaran, que lo necesitan para calentarse, pero también tenemos la respuesta.
¿Es importante tener a jugadores bulliciosos para ganar?
Haces lo necesario para ganar. Ellos crearon su mentalidad, su identidad así. Recuerdo cuando Mike Conley, Zach Randolph y Marc Gasol estaban allí. Jugaban muy duro también, aunque no hablaban tanto como este equipo actual de Memphis. El ‘grit and grind’, esto se ha trasladado a la actual generación. Si te pasas de la raya es una falta de respeto, pero si no es así hasta lo hace divertido. No hay que tomarse lo que dicen a nivel personal.
¿Cuál es la seña de identidad de estos Cavs?
La dureza. La mentalidad de perros del año pasado, continuar trabajando de la misma manera. Jugamos de la manera adecuada, somos altruistas y siempre pensamos en la mentalidad del ‘uno más’. Nos cuidamos los unos a los otros. La química aquí es así y me encanta.