Un triple-doble de Nikola Jokic es sinónimo de victoria para los Denver Nuggets. Su 14º de la temporada le bastó a su equipo para escapar con su 15º triunfo consecutivo en casa después de arañar el liderato de los Minnesota Timberwolves y escapar victoriosos por 122-118. El MVP serbio continúo pletórico y firmó otra hoja estadística de rechupete: 31 puntos, 11 rebotes y 13 asistencias (12-20 TC; 7-7 TL). En el actual curso NBA, los 14 triples-dobles del pívot se han traducido en 14 victorias de la franquicia de Colorado, líder de la Conferencia Oeste con un balance de 32-13.
El octavo triunfo seguido de los Nuggets llegó con suspense después de ir a remolque durante los tres primeros cuartos. Al descanso, Denver perdía por 55-60 y vio como los Wolves ampliaban la ventaja rumbo al último período (88-95) gracias al buen hacer de Jaden McDaniels (18 puntos) y Naz Reid (17), los jugadores más destacados ante la ausencia de dos pesos pesados como Rudy Gobert y Karl Anthony-Towns, ambos con problemas musculares.
Denver tuvo que remar hasta la orilla para derrotar al oponente. Un triple de Jamal Murray a dos minutos de finalizar puso el empate en el marcador, y después de varias posesiones fallidas fue el base quien les adelantó con una penetración a 55 segundos del final. Sus 28 puntos y 4 asistencias resultaron claves en la victoria. Para sentenciar el choque, Jokic asistió a Aaron Gordon para el mate y la resolución a 13 segundos del bocinazo definitivo. El alero aportó 12 puntos y Bruce Brown, partiendo desde el banquillo, destacó con 16.
D’Angelo Russell (13 puntos) y Anthony Edwards (16) erraron en las posesiones clave y desaprovecharon las ventajas conseguidas por Luka Garza (16) y Taurean Prince (14), muy incisivos durante los minutos en que Jokic estuvo sentado por acumulación de faltas. El serbio, que necesitó tan solo 31 minutos para registrar un nuevo triple-doble por encima de los 30 puntos, el sexto del curso.
Fue un día con hito histórico para el MVP reinante, que se convirtió en el máximo asistente de la franquicia tras superar los 3.680 pases de canasta de Alex English, un dato que sí le hizo ilusión. “Es quizás la primera cosa que me enorgullece. Solo porque espero que mis compañeros disfruten al jugar conmigo porque comparto el balón“, comentó la estrella. Su triple-doble fue el número 90 de su trayectoria profesional en la NBA, y Jokic no parece encontrar los límites de su juego todavía.
Es difícil dibujar un escenario donde no logre levantar su tercer MVP consecutivo, un éxito que le situaría a la altura de Bill Russell, Wilt Chamberlain y Larry Bird. Palabras mayores.