El tenista serbio Novak Djokovic lamentó que siempre se cuestionen sus lesiones, dando a entender que está fingiendo, aunque reconoce que se ha “acostumbrado” a que duden de él y que eso le da “más fuerza y motivación”.
Horas después de su victoria en Octavos de Final del Abierto de Australia ante el australiano Alex de Miñaur, el tenista balcánico de 35 años declaró a periodistas:
Cuando se lesionan otros jugadores, ellos son las víctimas, pero cuando soy yo, finjo. Es muy interesante.
Sin embargo, Djokovic también señaló que no sentía que tuviera que “demostrar nada a nadie”. No obstante, se plantea publicar imágenes de resonancias magnéticas y ecografías, por ejemplo. “Quizá lo haga, quizá no”, manifestó.
En realidad, no le interesa lo que digan los demás sobre su lesión, afirmó Djokovic, ganador de 21 torneos de Grand Slam.
Me he acostumbrado, incluso me da más fuerza y motivación, así que les doy las gracias por ello.
Djokovic, quien se enfrentará al ruso Andrey Rublev en Cuartos de Final, pidió varias pausas médicas en las primeras rondas, agarrándose repetidamente el muslo con muestras de dolor en su cara y cojeando. Sin embargo, en el partido apenas se notó la lesión.
A este respecto la tenista alemana Barbara Rittner lo criticó duramente en declaraciones para Eurosport.
Lo que siempre me molesta un poco es que corre hacia la pelota y luego cojea, como si quisiera decir ‘eh, chicos, tengo algo’. Eso me molesta un poco.
Su antiguo entrenador, el también alemán Boris Becker, explicó que el comportamiento de Djokovic era “difícil” de entender para los rivales.
A veces tienes la impresión de que va de farol. A veces tienes la impresión de que no puede terminar el partido. Está como entre el cielo y el infierno.
(Con información de Europa Press)
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