Pedro Morilla: "Dominar las transiciones es clave en el fútbol actual"

Pedro Morilla: "Dominar las transiciones es clave en el fútbol actual"

Hasta hace apenas un mes ningún entrenador español podía decir que había ganado la Superliga china. El primero en conseguirlo fue Pedro Morilla (31 de octubre de 1972, Sevilla), que con el Wuhan Three Towns, equipo recién ascendido, rompió todos los pronóstico en el curso finalizado en diciembre de 2022.

¡Enhorabuena por el campeonato! ¿No partían entre los favoritos, verdad?

La verdad es que no. Éramos un equipo recién ascendido, pero nos metimos desde el principio arriba y mira…cosas del fútbol.

¿Cuántos mensajes de felicitación ha recibido estos últimos días?

Muchos y me han hecho mucha ilusión. Especialmente uno de Gregorio Manzano, que conoce el fútbol chino y que fue mi entrenador cuando yo era jugador del Talavera.

Ha acontecido cierto receso en el fútbol chino en los últimos años, ¿no?

Sí, ha cambiado en términos de política. Se han gastado cantidades increíbles en algunos futbolistas y existió mucho desfase en ese sentido. Ahora se está potenciando a los futbolistas chinos pensando en volver a disputar un Mundial. Siguen llegando futbolistas extranjeros, pero con límite salarial y con normas como que solo puedan haber seis extranjeros en plantilla, cinco en convocatoria y cuatro jugando. Y el portero tiene que ser chino.

“China está potenciando a sus futbolistas pensando en volver a disputar un Mundial”

¿Siempre tuvo claro dar el paso de jugador a entrenador?

Sí. De hecho, con 25-26 años me saqué los tres títulos y en mis últimos años como jugador lo compaginé con ser entrenador. Con el Ciempozuelos, de un día para otro pasé de entrenar al juvenil y jugar con el primer equipo a hacerme cargo de éste y ser el entrenador de los que hasta encontes eran mis compañeros.

¿Cómo surgió la posibilidad de entrenar en China?

Se puso en contacto conmigo una empresa de representación para hacerme cargo de la Sub-15 de China. Al final eso no salió, pero surgió la posibilidad de hacerme cargo de la dirección deportiva del proyecto de cantera del equipo en el que estoy ahora. Y el año pasado me hice cargo del primer equipo como entrenador.

Pedro Morilla tiene contrato en vigor con el Wuhan Three Towns

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Usted ha trabajado en la secretaría técnica del Betis y del Granada. ¿Prefiere los despachos o el campo?

Me gustan los despachos, pero me tira más el campo. Cuando he podido, lo he compaginado.

¿Cómo juegan los equipos de Pedro Morilla?

Me adapto a lo que tenga, pero me gusta dominar sistemas con línea de tres atrás y sistemas con zaga de cuatro. Y siempre siendo más ofensivo que defensivo. Este año hemos jugado con 3-4-3, con carrileros largos dando amplitud y los extremos metiéndose hacia dentro.

“Tengo contrato en vigor, pero claro que me gustaría volver a entrenar en España algún día”

¿Cuál es la clave del fútbol actual?

El dominio de las transiciones. Y después es muy importante también ser dominante en la estrategia. Hay que buscar el equilibrio y el ‘ABC’ del fútbol, atacando bien pero siendo fuerte defensivamente.

¿Le veremos entrenando en España pronto?

Ahora mismo tengo contrato en vigor con el Wuhan, pero sí que me gustaría volver algún día. Doy gracias al equipo por el trabajo que tengo, porque soy un privilegiado, pero el regresar a España en un futuro siempre está ahí.

¿Y entrenar en otro país?

Cuando sales, te abres a cualquier proyecto que sea interesante. Volver a España está ahí, pero también hay sitios atractivos como Japón o Arabia donde el fútbol está creciendo mucho.

¿Sigue LaLiga?

Sí, tanto como puedo. Primera, Segunda y Primera RFEF.

Obviando a Madrid y Barça, ¿qué equipos le gustan especialmente?

La Real Sociedad, el Rayo Vallecano, Osasuna y el Betis me llaman la atención en Primera. Cada uno con su estilo están compitiendo muy bien.

¿El entrenador siempre aprende algo nuevo o llega a un estancamiento?

Yo no he llegado a ese momento. El entrenador está en constante crecimiento porque el fútbol, con sus diferentes sistemas de juego, nunca deja de evolucionar.

¿Dónde se ve en cinco años?

Ni idea. Me centro en el presente.




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