EL PAÍS

La UNAM convoca a la ministra Yasmín Esquivel a comparecer sobre el caso de plagio de su tesis


La ministra Yasmín Esquivel Mossa, en junio de 2022.Andrea Murcia (CUARTOSCURO)

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha convocado a la ministra Yasmín Esquivel a comparecer ante el Comité Universitario de Ética por el caso de plagio de su tesis. En esa cita, la jueza tendrá la oportunidad de ofrecer “los argumentos y las pruebas que estime pertinentes, garantizándole su derecho de audiencia y de defensa”, según le ha comunicado a Esquivel la presidenta de este comité, Elisa Speckman. La jurista no tendrá la obligación de presentarse personalmente, sino que también podrá enviar a un representante. Todavía no hay fecha para esta convocatoria, pero sí se ha abierto ya el plazo para que ella envíe los documentos “relacionados con la problemática”.

Esta cita forma parte del nuevo proceso de investigación que ha abierto la universidad sobre el plagio de tesis de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). A principios de enero, el Comité de Integridad Académica completó el análisis técnico que confirmaba que el trabajo presentado por Esquivel en 1987 era “una copia sustancial” del documento que publicó otro alumno, Edgar Ulises Báez, en 1986. Ese hallazgo fue ratificado la semana pasada por el rector Enrique Graue, que calificó lo ocurrido como “una conducta reprobable, una usurpación de ideas y talentos”: “El plagio de una tesis no es cosa menor. Es un acto que pone en entredicho la ética y la moral de quien lo comete, y ofende a quienes se esmeran en cumplir con este requisito académico”.

A pesar de tener comprobada la infracción, Graue explicó que la universidad no podía tomar medidas contra Esquivel, porque la legislación universitaria no incluye ninguna manera de invalidar títulos ya otorgados ni tiene recogida las sanciones para el plagio. “Ni las autoridades ni la normatividad están facultadas para retirar o anular un título a un egresado por estos motivos”, señaló el rector, que reconoció que el caso Yasmín Esquivel había hecho mella en la reputación de la UNAM, una de las universidades más importantes de América Latina. “Sé muy bien que el prestigio de esta administración y de nuestra casa de estudios están en entredicho, pero no por eso actuaremos de forma apresurada o irresponsable en respuesta a presiones externas para hacer juicios sumarios”, dijo Graue.

En ese marco, el rector anunció el inicio de un nuevo proceso, que iba a comenzar convocando al Comité de Ética, que deriva de la Comisión de Honor del Consejo Universitario, “para que revise los dictámenes y las evidencias” con el objetivo de “dar cabida al debido proceso al que toda persona tiene derecho con determinación y libertad”. Esta nueva investigación irá de forma paralela al estudio de “alternativas” de otras “acciones sancionadoras adicionales”, apuntó el rector, que señaló que el último paso es convocar al Consejo Universitario, el órgano de mayor autoridad colegiada dentro de la UNAM, “para analizar en conjunto las diversas opciones y acciones que puedan eventualmente llevarse a cabo, con la fortaleza de la legalidad”.

El caso de la ministra ha hecho tambalearse los cimientos de la UNAM. Su copia desveló todo un sistema de plagios en el corazón de la universidad que obligó a la casa de estudios a despedir a una de sus profesoras, Martha Rodríguez, quien había sido la asesora de tesis de Esquivel y Báez. Este periódico comprobó que la maestra había dirigido al menos siete trabajos con distintos porcentajes de plagio, basados en cuatro originales, a lo largo de tres décadas como docente. Rodríguez, que salió desde el primer momento en defensa de la ministra, ha anunciado que va a pelear la decisión de su despido.

Desde el estallido del escándalo, Esquivel ha mantenido que ella es la autora de su tesis “Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del Artículo 123 Apartado A”. Para defender la originalidad, la ministra ha asegurado que ella empezó a preparar el trabajo en 1985, un año antes que Báez, pero que no pudo presentarlo porque no había terminado su licenciatura de Derecho. Según la versión de la jueza, Báez logró hacerse con su trabajo, añadió una investigación de campo y la publicó un año antes que ella. Todo con el benéplacito de Rodríguez. Sin embargo, el análisis de la universidad determinó que esta narrativa es falsa, y que el trabajo original es el de Báez en 1986.

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