El siempre Patrick Beverley es un tipo directo. Como a todos los Lakers, al base le indignó que el árbitro no diera tiros libres a LeBron después de que el alero fallara una bandeja por un ‘manotazo’ claro de Jayson Tatum. La consecuencia fue que el Clásico contra los Boston Celtics, que acabó 105-105, se fue a la prórroga, donde ganaron los verdes.
Antes de que diera inicio el tiempo extra, el base cogió la cámara de un fotógrafo para mostrarle al colegiado, Eric Lewis, la acción repetida. El árbitro no admitió el ‘recurso’ y Beverley fue castigado con técnica.
Lewis, que definió la conducta del jugador de los Lakers como “acción inapropiada”, reconoció tras el partido en conversación con el periodista Adam Himmelsbach que hubo contacto y, por lo tanto, que se había equivocado. Un error que dio paso a una imagen inverosímil que ya tiene su sitio en la historia de anécdotas de la NBA.