Fiel a su espíritu de club vendedor, el Alavés engalana su escaparate en cada ventana de fichajes a la espera de posibles compradores que puedan interesarse por alguna de las joyas que componen su patrimonio deportivo. Además de la posible venta de Guillermo Maripán, seguido por varios clubes de la Premier, la posible salida de Mubarak Wakaso es otra de las opciones que contempla.
Todo ello con el deseo de engordar sus arcas para acometer una tarea obligatoria, la de renovar su vanguardia, poblada en este momento de futbolistas cedidos cuya continuidad en el club se antoja, cuando menos, difícil.
No es la primera vez que el internacional ghanés ha estado en la rampa de salida. En el mercado invernal del pasado curso, el Getafe estuvo vivamente interesado por sus servicios, pero la operación se frustró porque el club vitoriano, ante la oferta de última hora, no encontró a un sustituto de garantías para dejarle marchar. El pasado mes de enero sucedió algo parecido. Wakaso pudo salir hasta última hora, pero el Alavés, ya con una buena inyección económica en sus bolsillos tras los traspasos de Ibai Gómez y Rubén Sobrino, decidió seguir contando con él.
Margen de maniobra
A diferencia de la última ventana de fichajes, en el que la marcha de Rubén Sobrino tras la oferta del Valencia en el último momento le pilló con el pie cambiado -los números demuestran que no se ha encontrado el sustituto adecuado-, en esta ocasión el club babazorro desea contar con el tiempo suficiente para moverse y, en la medida de lo posible, vender a futbolistas a los que él mismo haya puesto el cartel de transferibles.
En el caso de Guillermo Maripán, su contrato expira en junio de 2021, por lo que el club babazorro tiene la opción tanto de traspasarle este verano si llega una oferta jugosa como de mantenerle bajo su disciplina una campaña más para que su progresión y cotización continúen al alza.
La cláusula de salida del defensa, fijada en 25 millones, es el precio de salida dado por el propio Sergio Fernández a la prensa chilena. No obstante, es muy posible que el Alavés se plantee la venta por una oferta sensiblemente menor.
El caso de Mubarak Wakaso se sensiblemente distinto. Concluye su vínculo a finales de la próxima campaña, en junio de 2020 por lo que este verano se presenta como la última ocasión de poder traspasarle en unas condiciones ventajosas. Sus agentes, además, ven con buenos ojos su salida. Eso sí, el jugador desea continuar jugando en LaLiga Santander.
Intermitente
A nivel deportivo, el ghanés no termina de hacerse con un puesto de titular en el club babazorro. En el pasado curso, salvo en la parte final, tuvo un papel testimonial. A pesar de que Abelardo elogió en varias ocasiones su profesionalidad, no terminó de darle confianza, por lo que tuvo menos minutos de los deseados.
En el presente ejercicio, ha ganado peso en la rotación del asturiano. Ahora mismo es el duodécimo jugador que más minutos acumula, siendo el primer recurso utilizado por el asturiano a la hora de mover el banquillo. Sin embargo, en dura pugna con Darko, es el centrocampista que menos minutos acumula.
Manu y Tomás Pina son los que más han actuado. El de Ciudad Real suma 2.253 minutos y ha sido 26 veces titular, mientras que el gasteiztarra acredita 24 duelos como titular y 2.235 minutos. El serbio, cedido por el Betis, y Wakaso suman 17 titularidades cada uno, con más minutos para Darko -1.581 por 1.574- pero más partidos jugados para el ghanés -28 por 24-. Así, el internacional africano ha salido en once ocasiones desde el banquillo.
Más limitado en el aspecto táctico, a Wakaso se le ve más cómodo cuando tiene mayor libertad de movimientos. Su punto fuerte: la inagotable capacidad física y su gran capacidad de lucha. Su principal pero: la facilidad que tiene para desconcentrarse y salirse de los partidos, aunque en esta campaña ha controlado bastante bien su carácter dentro del césped.
En suma, el Alavés ha tenido en él a un elemento importante, pero no imprescindible. Si llega la oferta apropiada, este verano le dejará marchar, opción que el jugador también ve con buenos ojos.
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