Rabia. Impotencia. Dudas. Crisis, en definitiva. Todas esas palabras sirven para definir la situación en la que se encuentra el PSG tras la derrota en Mónaco. El equipo llega a la eliminatoria de Champions contra el Bayern en un momento duro. El vestuario, sin embargo, pide unidad a su gente. Aunque la decepción es enorme, el campeón francés está a tiempo de corregir los errores que le han llevado a esta situación adversa.
Tras el encuentro, Kimpembe se acercó a pedir disculpas a la zona de aficionados parisinos que se desplazaron al Principado: “Os necesitamos más que nunca. No nos abandonéis”, reclamó, altavoz en mano, el segundo capitán del PSG. El central francés volvió a jugar unos pocos minutos con el PSG tres meses después de sufrir una lesión que le apartó del Mundial de Qatar. Aunque ha perdido protagonismo, sigue siendo un futbolista con autoridad.
Otro de los que se ha pronunciado ha sido Mbappé. El atacante, lesionado, ha escrito en sus redes sociales un mensaje breve pero contundente, acompañado del escudo del PSG: “Mantengámonos fuertes y unidos”. Luis Campos, asesor deportivo del club, ha comentado en zona mixta que no es momento de hablar demasiado sino de trabajar para darle la vuelta a la situación y llegar con confianza al martes que viene. Espera la Champions.