La vida se ve distinta con Mbappé. Milagro o no, el futbolista francés se ha recuperado a tiempo para resetear a un PSG que afronta el cruce contra el Bayern en el peor momento de la temporada. Tampoco ayuda el trauma continental que lleva a cuestas, mal compañero de viaje frente a un rival que no conoce el miedo. El metódico plan del joven Nagelsmann puede dinamitar el incipiente proyecto de un Christophe Galtier que trabaja sin red.
El mal arranque de 2023 ha contribuido al ruido mediático, acelerado por la idea de que ya hay fractura en el vestuario: “En Mónaco hubo una discusión, pero se trató de una conversación sana y necesaria. La prensa se hace eco de rumores que frecuentemente no son verdad”, dijo Neymar. El brasileño, cuestionado, se alegró de que Mbappé se ejercitara con normalidad en Camp des Loges. Hoy se decidirá si el francés entra como titular o parte como suplente.
Messi también está a punto después de sus molestias en los isquiotibiales. Divino en el Mundial, al internacional argentino se le pide que replique esa fabulosa versión en la Champions. Nadie en el PSG ha olvidado lo que pasó en el Santiago Bernabéu la temporada pasada y esta es la mejor ocasión para demostrar que el equipo puede imponer el carácter al miedo. Las ganas a las dudas que acechan por estas fechas.
Enfrente tiene a un Bayern que llega algo más enrachado, tan imponente como siempre a pesar de que ya no figure Lewandowski en la nómina. Nagelsmann ha dado continuidad a una idea coral, con intérpretes de clase mundial. Kimmich marca los tiempos y Musiala conecta de maravilla con Müller, eterno guerrero germano: “Quiero alzar la Champions pronto”, dijo su entrenador, que no ha digerido aún la debacle de la temporada pasada frente al Villarreal.
El Bayern llega a la cita con dos bajas de peso. Mané, lesionado en la rodilla la semana previa a Qatar, se encuentra en la fase final de su recuperación. Neuer se lastimó de gravedad esquiando y se perderá lo que resta de temporada: “Estoy contento con Sommer. No era fácil adaptarse tan rápido y da seguridad cuando le llega el balón”, explicó Nagelsmann, pupilo de esa escuela de toque representada por Guardiola.
La eliminatoria arranca esta noche en el Parque de los Príncipes con un PSG en horas bajas, obligado a dar una respuesta convincente que le deje salir a flote. Su deuda en Europa se remonta a cuando el emir de Qatar compró el club hace doce años y la afición no está dispuesta a aceptar otro fracaso. Mucha presión encima, aunque el Bayern empatiza con la situación. La Bundesliga no es suficiente y menos tras tantos años sin competencia interna. Como tantas otras veces, la Champions será la que dicte sentencia.