Badalona acoge a partir de este jueves la edición número 87 de la Copa, el evento más emocionante y atractivo de la temporada de basket. Posiblemente sea la cita más esperada que se haya celebrado en el Palau Olímpic después del torneo de basket de los Juegos del 92, donde el Dream Team maravilló al mundo.
Han pasado más de 30 años de ello y 38 desde que Badalona acogió la última edición de Copa, con triunfo del Real Madrid, y la cuna del basket trata de recuperar protagonismo en un panorama de basket más desigual incluso que años atrás. Y es que la presencia en la final de un equipo que no sea Barça y Madrid ha sido una rareza en las últimas campañas. Lo logró el Unicaja en la edición disputada en Málaga en 2020 pero ha sido el único equipo en los últimos cinco años.
En la edición de Badalona, que se pone en marcha mañana, eso estará asegurado de inicio. El sorteo deparó que Barça y Madrid quedaran integrados en una zona del cuadro y se podrían ver las caras solo en semifinales, aunque para ello tendrán que deshacerse de Unicaja y Valencia Basket en cuartos, respectivamente.
Barça, campeón de las últimas dos ediciones y de cuatro de las últimas cinco, amenaza la hegemonía del Madrid en el palmarés, que le aventaja en un solo título. Los blancos, pese a la probable baja de Rudy Fernández, confían también en ampliar ese liderato. Ambos, con un despliegue de recursos incomparable con el resto y grandes favoritos, llegan en buen momento de forma. Pero la Copa es especial y las sorpresas suelen llegar en los momentos menos pensados.
La Penya, con el apoyo de una Badalona que se ha volcado en el evento gracias a la apuesta de su Ayuntamiento en vísperas de elecciones municipales, confía en el talismán del Palau Olímpic para luchar por un título que no gana desde la edición de Vitoria 2008. Los verdinegros han reforzado su juego interior con el retorno de Brodziansky y también llegan al completo.
