Tiene 52 años pero cuando era un adolescente de 13 se atrevió a cantarle las cuarenta al mismísimo Johan Cruyff. “Debes cuidar de no gritar a los jóvenes. porque eso puede romper a un jugador. Podrían pensar, ‘el fútbol no significa nada para mí. Lo dejo’”, le dijo Erik ten Hag en el programa de TV ‘Cruyff & co’ al ‘flaco’, que se retiró un año después. Hubo consejo de Johan: “Entrenar, entrenar y entrenar”. Y aquel canterano del Twente lo aplicó para jugar de central también en De Graafschap, RKC Waalwijk y Utrecht.
Quién le habría dicho a Cruyff que aquel chaval acabaría dejando huella como técnico del Ajax con dos dobletes Liga-Copa y una semifinal de Champions (2019) maravillando a Europa con un fútbol que habría elogiado Johan, fallecido tres años antes.
Erik ten Hag, el primero empezando por la derecha, con Johan Cruyff en un programa de televisión en 1983
Amante de los paisajes de Suiza y Austria y el buen tiempo de Italia y España como tantísimos ‘tulipanes’, creció en una familia católica e incluso fue monaguillo en la iglesia HH Bonifatius en Gezellen de Haaksbergen (este de los Países Bajos) pero no quiso seguir los pasos de su padre, empresario de éxito en el sector inmobiliario y de seguros, a diferencia de sus dos hermanos. Solo fútbol y una vida sin lujos pese a ser ya de los mejores del mundo.
Frenkie de Jong se reencontrará mañana con el hoy ‘mister’ del Manchester United, casado, con dos hijas y un hijo y formado como asistente en el Twente y el PSV de Fred Rutten antes de ser elegido en 2012 número uno en el Go Ahead Eagles por el sabio director deportivo, Marc Overmars, que en diciembre de 2017 repitió la jugada para relevar en el Ajax a Marcel Keizer. Otro bingo.
Subió al Go Ahead Eagles a la Eredivisie y el Bayern lo cazó para dirigir al filial (2013-15) en los dos primeros años de Pep Guardiola en Múnich. “Trabajar con Pep fue como ganar la lotería”, confesó Ten Hag, un devoto del cruyffismo que aprendió de un hijo futbolístico de Johan: “Pep solo quiere ganar con un fútbol bello, como su profesor”. Su hoy asistente en Old Trafford, Steve McClaren, recuerda su apodo de ‘Mini Pep’ en Múnich, donde el Bayern II trabajaba en el campo adyacente al primer equipo. Grababa entrenamientos de Pep y estudió su gestión de los egos. Años después no le tembló el pulso a Ten Hag con Cristiano Ronaldo. Portazo por mucha leyenda que fuera del United. No debió ver en el luso el liderazgo de otros mitos. “Me sorprendió la mentalidad de jugadores como Neuer, Robben y Lahm. Era irreal la intensidad en el día a día”, señaló en su día Erik, fan del golf como Pep, con quien mantiene su relación en Manchester pese a dirigir clubs rivales. Incluso asistió recientemente a un acto de la Fundació Guardiola Sala.
Dos años y medio pasó luego en el Utrecht alternando el 4-4-2 en rombo y el 4-3-3 hasta devolver al Ajax al mapa europeo. Allí pasó al 4-2-3-1 y echó a Madrid y Juventus antes de caer ante el Tottenham con una remontada ‘in extremis’ en la vuelta de Amsterdam con De Ligt atrás, De Jong y Schöne en el doble pivote, Ziyech, Van de Beek y Neres delante y Tadic de ‘9’. Tras la salida de Frenkie al Barça, eligió el 4-3-3 pero en Old Trafford ilusiona con el 4-2-3-1, Casemiro equilibrando y Rashford decidiendo. “Está obsesionado con ganar”, tardó poco en ver el exmadridista.
Ganó al City en enero con el 29% de posesión
“Por cómo ve el fútbol, le recomendaría a Txiki que le fichara”, ha llegado a decir Pep Guardiola sobre Erik ten Hag señalándolo para cuando deje el banquillo del Manchester City. Fútbol de ataque, posesión, rápida circulación y presión alta presiden el ideario de Ten Hag pero sin que renuncie a adaptarse al rival. Escarmentado por el 6-3 del City el 2 de octubre, el 14 de enero ganó con el United (2-1) matando a la contra, con solo el 29% de posesión y 310 pases por 737 de su rival. Xavi Hernández lo tiene bien presente para la eliminatoria de Europa League contra el Barça. Eso sí, el 1-1 de Bruno Fernandes llegó precedido de un fuera de juego posicional de Rashford, que influyó en la jugada