El juez del Tribunal Superior de Justicia del condado de Fulton, Robert McBurney, durante una vista el 24 de enero en Atlanta.John Bazemore (AP)
Una de las investigaciones abiertas contra Donald Trump, sobre sus intentos de revertir la derrota electoral en 2020 en el Estado de Georgia, ha dado hoy un discreto paso adelante. Un juez ha permitido divulgar este jueves parte de las conclusiones del informe de un gran jurado especial que se resumen en dos: que en las presidenciales de noviembre de 2020 en Georgia no hubo fraude electoral, y que “uno o varios” de los testigos que declararon en la investigación podrían haber cometido perjurio, es decir, mentido bajo juramento.
Con todo, las recomendaciones del gran jurado sobre la imputación de cargos -que deberá decidir la fiscalía- se mantienen en secreto. Entre los testigos citados a declarar en la causa, que se prolonga desde hace dos años, figuran personas próximas a Trump como Rudoph Giuliani, que fue su abogado personal mientras el magnate ocupaba la Casa Blanca y que supuestamente propagó varios bulos para cimentar la teoría del fraude. También el gobernador del Estado, Brian Kemp, un republicano que hizo frente a Trump al negarse a secundar el pucherazo que este pretendía, y que el pasado 8 de noviembre revalidó la gobernación en las urnas, una victoria que supuso un varapalo para el líder republicano. Otro de los testigos es Brad Raffensperger, que era entonces secretario de Estado de Georgia y que el 2 de enero de 2021 recibió una llamada del propio Trump que fue el detonante de la causa.
“Sólo quiero encontrar 11.780 votos, que es uno más de los que tenemos, porque ganamos el Estado”, dijo Trump a Raffensperger, refiriéndose al margen de 11.779 votos por los que ganó Biden en Georgia. Cuatro días después, una turba de partidarios del todavía presidente irrumpió en el Capitolio en Washington para impedir que el Congreso certificara la victoria electoral de Biden.
El juez Robert McBurney, del Tribunal Superior del condado de Fulton (Georgia), ha decidido publicar tres partes del informe del gran jurado especial: la introducción, la conclusión y la relativa a las sospechas de que algunos testigos de la causa pudieran haber mentir bajo juramento. La publicación telemática de esos fragmentos no arroja mucha luz sobre el caso, más allá de los indicios de perjurio, cuyos detalles el juez McBurney ha mantenido en secreto para que las personas involucradas tengan la oportunidad de defenderse.
Trump, candidato in péctore a la Casa Blanca en 2024, tiene abiertas otras causas, incluidas las investigaciones del Departamento de Justicia por retener material clasificado después de dejar el cargo y por su papel como instigador del asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021, cuatro días después de la llamada al alto funcionario de Georgia. El magnate afronta también sendas investigaciones por irregularidades en sus negocios en Nueva York, además de otras secundarias por su presunto pago a una actriz porno para comprar su silencio sobre la relación que habrían mantenido, y otra más residual como acusado de violación por una escritora, en un hecho que habría sucedido hace décadas. En noviembre, el Departamento de Justicia nombró a un fiscal especial, Jack Smith, para supervisar los casos que involucran a Trump.
El gran jurado especial nombrado para investigar el intento de pucherazo en Georgia no estaba facultado para emitir acusaciones, sólo recomendaciones, y la decisión sobre si presentar cargos en última instancia recaerá en Fani Willis, la fiscal del distrito. El gran jurado especial sí tuvo la prerrogativa de convocar a testigos, como, además de los citados, el senador republicano Lindsey Graham, que con su repetido rechazo a comparecer contribuyó a dilatar el proceso.
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