Como Christophe Galtier, Luis Campos también se juega mucho estas semanas. El mal momento por el que pasa el PSG tiene distintas interpretaciones pero el asesor deportivo sabe que su trabajo está en entredicho. Ayer, ante el Lille, le pudo la presión. El portugués abandonó el palco en el segundo tiempo para quedarse a pie de campo junto a Christophe Galtier. La imagen fue esperpéntica, con gestos feos, órdenes y protestas hasta el último minuto.
La LFP, sin embargo, no tiene argumentos suficientes para sancionarle. El comité de disciplina se reúne el miércoles para analizar las acciones comprometidas de esta jornada, pero quedará impune el comportamiento de Luis Campos. En el acta arbitral no se refleja ninguna referencia a su mala conducta, desproporcionada en todos los sentidos. Además, el consejero deportivo estaba autorizado a acceder a esa zona del estadio.
Aunque se quede sin castigo, los medios franceses han censurado la actitud de Luis Campos, que perdió los papeles en el Parque de los Príncipes. Se encaró al cuarto árbitro y dio indicaciones a algunos de los futbolistas del PSG, como si fuera el entrenador: “Es una persona pasional y competitiva”, justificó poco después Christophe Galtier, que prefirió restarle importancia a la reacción protagonizada por el arquitecto deportivo del club.