Las enfermedades representan uno de los mayores problemas, si no el que más, de los seres humanos. Una alteración leve o grave del funcionamiento normal de un organismo o de alguna de sus partes debida a una causa interna o externa en la que siempre existe un primer infectado. Se trata del paciente cero del que desde Okdiario vamos a resolver todas las dudas que existen en todo lo que engloba el término.
El primer caso
Si hablamos del paciente cero nos referimos a la primera persona en la que se detecta una enferemedad. Es decir, ese individuo que sufre los primeros síntomas del virus y que puede generar el contagio del resto todos los que están a su alrededor. Conocer al paciente cero significa saber cómo surgió dicha enfermedad y cuales son los elementos que deben utilizarse para acabar con ella.
Identificar al paciente cero es un aspecto fundamental para acabar con una pandemia o epidemia. A partir de él pueden saberse muchas más cosas de la enfermedad en sus momentos iniciales que sirven para que los médicos puedan anticiparse a cualquier tipo de anomalía. Es decir, el paciente cero se enmarca como el primer paso para encontrar la cura de cualquier enfermedad emergente.
La carga del paciente cero
Ser el primero en algo suele ser siempre la mejor opción en casi todas las cosas pero en este caso consagrarase en lo más alto del podio es algo parecido a una maldición. El paciente cero, además de sufrir todos los síntomas de la enfermedad, también incorpora un estigma social. En algunas ocasiones, sobre todo en las grandes epidemias, el caso índice acaba por volverse una de las personas más famosas del momento, colmando todos los telediarios y convirtiéndose en en tendencia mundial a través de las redes sociales.
Si buscamos ejemplos, podemos hablar de Mary Mallon, la primera persona en el mundo que mostró los síntomas de la fiebre tifoidea. Una enfermedad que surgió a principios del siglo XX en Estados Unidos y que hizo de la buena de Mary una estrella a nivel mundial, en el sentido más macabro de la palabra. Este paciente cero logró infectar a más de 50 personas y por motivos de seguridad pasó el casi el resto de su vida en cuarentena. Otro de los ejemplos más recientes puede basarse en Teresa Romero, la primera española infectada con el virus del ébola. Una mujer que pasó a la fama por dicha enfermedad aunque no fuera la primera del mundo en experimentarla.
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