Carlos Sainz marcó el mejor registro de lo que va de test de pretemporada de Fórmula 1 2023, lo que le sirvió para liderar la sesión matinal del segundo día de ensayos en Bahrein al volante de un Ferrari SF23 que sigue rodando sin problemas y permitiendo que el equipo realice unas pruebas muy sólidas. Si está o no para batallar con el Red Bull, eso aún se desconoce. Lo que sí llamó la atención fue la gran diferencia entre el programa realizado por los italianos y los de Milton Keynes en una jornada en la que Alonso volvió a estar arriba, tercero con su Aston Martin.
El madrileño dio un total de 70 vueltas con el Ferrari, totas ellas con el neumático medio, con el que realizó varias tandas cortas de 5 o 6 giros para posteriormente realizar dos tandas de 14 vueltas y una final de 12. De esta forma, el madrileño aprovechó la mayor estabilidad de condiciones de pista que hay por la mañana en Bahrein para poder analizar su coche con un mismo compuesto, probar distintos ajustes y poder entenderlo mucho mejor para llegar al inicio del curso completamente acoplado a él para pelear por todo desde la carrera 1. Esta tarde, en su lugar se subirá Leclerc.
Por su parte, Red Bull optó por una estrategia muy diferente. El primer día el equipo metió miedo con las 157 vueltas de Verstappen y el mejor crono, logrado todo ello con suma tranquilidad y sin despeinarse. A la mañana siguiente, era el turno para que ‘Checo’ Pérez se estrenara en estos test antes de devolverle el volante del RB19 esta tarde a Verstappen. Y a Pérez le tocó realizar trabajo de fondo, sin mirar los cronos y realizando ya la primera simulación de carrera de su coche: 15 y 18 vueltas en dos stints con el neumático medio y 24 vueltas finales con la goma dura. También realizó una clara simulación de carrera AlphaTauri con Tsunoda.
Parece que Red Bull está un paso por delante, trabajando de forma tranquila, con la sensación de tener más certezas y deberes hechos que el resto.
Alonso, tercero por la mañana y seguirá esta tarde
Fernando Alonso, tras su buen estreno oficial en el primer día de test de pretemporada de Bahrein, afrontaba un día lleno de trabajo. Pilotaría durante toda la segunda jornada, en la sesión matinal y en la vespertina, en busca de ayudar al equipo a seguir sacando conclusiones respecto a un coche que está teniendo un comportamiento muy similar a lo que indicaban las simulaciones, algo que siempre es una buena noticia para cualquier equipo.
Aprovechando la poca variación de condiciones de pista que debía producirse durante la mañana, en la sesión matinal de este viernes el asturiano centró su programa de trabajo en realizar constantes cambios de set up en el Aston Martin AMR23 para ir probando el coche, entendiendo su sensibilidad a los cambios, su comportamiento, la ventana de trabajo en cuanto a configuraciones y el balance del monoplaza. Mucho trabajo para un Fernando que sumó 64 giros divididos en múltiples tandas de 4 o 5 giros con goma media y una tanda larga final de 16 vueltas.
Hamilton no doma el Mercedes
La mañana de Mercedes demuestra que el equipo de la estrella aún tiene mucho trabajo por delante si quiere pelear por ganar lo antes posible. Los problemas en Mercedes no son ni mucho menos los del año pasado. Su coche ya no sufre ‘porpoising’ y así lo admitió su jefe, Toto Wolff, pero lo que también reconoció el austríaco es que su W14 está por detrás de los dos máximos favoritos en estos momentos, a la espera de la llegada de sus ya programadas primeras evoluciones del curso.
De momento, este viernes a Lewis Hamilton se le vio luchando contra su propio coche en varias curvas. Salvó el trompo con un buen contravolante en la curva 1 y sufrió varios coletazos en la última curva. Mercedes probó cambios de reglajes en el coche centrado en mejorar el comportamiento del tren posterior del vehículo del británico, pero el W14 se mostró muy nervioso.