Gabriel Martinelli calmó los nervios de la afición del Arsenal bien pronto en la segunda parte con el tanto que inauguró el marcador frente al Leicester.
Se ha de hablar, como poco, de mérito compartido con Leandro Trossard. El belga, al que en la primera parte se le había anulado un tanto sublime tras una falta previa de Ben White sobre Ward, puso un pase de exterior de ‘caño’ que dejó en ventaja total a Martinelli, que marcó sin ningún tipo de piedad al Leicester.
Una jugada que, a pesar del tanto, pudo acabar en desgracia. Martinelli no pudo ni celebrara el gol y se temió lo peor porque se llevó la mano a su rodilla con claros signos de dolor. Todo porque Ndidi, que fue quien perseguía al brasileño, le pisó la articulación de forma fortuita una vez había ya disparado el futbolista del Arsenal. Por fortuna la cosa no fue a más y pudo seguir jugando.