El Atlético de Madrid vive ahora mismo su mejor momento de la temporada. Pero le ha costado ponerse a tono, la verdad. El equipo colchonero quedó prematuramente eliminado de la Champions League y ni siquiera tuvo el premio de consolación de la Europa League. Ni qué decir tiene de su descabalgamiento tan tempranero de la pelea por el título.
En el escenario europeo, buena parte de la carga de su desenlace de se debió a la irrupción de un invitado inesperado. Obviamente, también del propio pobre desempeño del Atlético. Pero lo llamativo en el grupo fue sin duda la aparición de un Brujas al que nadie esperaba. Al equipo colchonero le pegó un buen meneo en el Jan Breydel, un 2-0 que pudo ser aún más sangrante. Y en el choque del Metropolitano supo aguantar el 0-0 pese a jugar con uno menos. El equipo belga fue la mayor sorpresa de la fase de grupos, colocándose segundo del grupo y goleando a domicilio al propio Porto.
Parecía una de esas irrupciones estelares de Champions, como la del Ajax hace unas campañas, sin un techo claro. Pero pasados los meses, la realidad del cuadro flamenco es muy diferente. Se podría decir que lo único destacable del curso para el Brujas fue que le amargó la vida al Atlético porque desde que lo hiciese, su realidad ha sido mucho más mundana.
Los jugadores del Atlético, hundidos en Bélgica
Su desenlace en Champions ha sido sorprendente para lo que había mostrado en la fase de grupos. El Benfica goleó al Brujas por 5-1 y se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones, una competición en la que ha sido una de las grandes revelaciones de esta edición. En la ida en Bélgica, los lisboetas ya tomaron ventaja con un 0-2, pero en casa aplastaron a su rival y aseguraron su presencia en cuartos al imponerse por 7-1 en la eliminatoria. La gran figura fue el portugués Gonçalo Ramos, que, con un doblete y una asistencia, lideró a un Benfica que hizo gala de su juego ofensivo.
FUERA DE TODO
Un epílogo un tanto bochornoso que se relaciona con su realidad a día de hoy. El equipo ahora de Scott Parker es ahora mismo cuarto, con 46 puntos, lejísimos de la pelea por el título. Le separan 21 puntos del KRC Genk, el líder. Y en Copa, hace ya tiempo que fue eliminado siendo goleado en su propio estadio por el Union Saing-Gilloise.
La temporada ha sido tan mala para el cuadro belga, que en diciembre tuvo que hacer un cambio en el banquillo, Carl Hoefkens, el técnico del equipo que se midió al Atlético, dejó su puesto para que lo ocupase el mencionado Scott Parker.