La estrella de los Golden State quiso anotar uno de sus tiros de ilusionista durante el calentamiento del Warriors-Bucks, pero la diana resultó ser una cabeza humana
Stephen Curry ha sido uno de los protagonistas del fin de semana de la NBA gracias a su exhibición en el Warriors-Bucks. La estrella de Golden State, sin embargo, empezó su gran jornada con mal pie durante el calentamiento del equipo, donde golpeó brutalmente en la cabeza a uno de los recogepelotas en San Francisco. Por culpa de uno de sus habituales tiros de concurso de ilusionismo durante la previa al choque, un chaval recibió un balonazo en la cara de los que deja huella.
Desde el túnel de vestuarios, Curry lanzó hacia el otro lado de la cancha y no acertó a la red, pero si a la cabeza del chico, aturdido tras el golpe. Encima, el pobre chaval llevaba las gafas puestas. Por fortuna, la cosa quedó en susto y anécdota. El astro quiso obsequiar a la víctima, Jonathan, con una camiseta firmada después del encuentro, como él mismo compartió a través de un comentario en Instagram.
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