En la igualada batalla por las primeras posiciones de la Euroliga esta temporada no se encuentra el vigente campeón, Anadolu Efes. Sin embargo, todos los que pugnan por ellas han estado semanas mirando de reojo a los turcos en media tabla, temiendo por un cruce de cuartos de final más que peligroso.
El arranque irregular del Efes y su remontada a medida que avanzaba la competición fue bien patente el pasado año. Entonces ganaron 4 de los últimos 6 partidos, eliminaron en el playoff de cuartos al Milán pese a la desventaja de campo y levantaron el título tras superar a Olympiacos y Madrid en la Final Four de Belgrado.
Este temporada, sin embargo, todo va un poco más al extremo. Actualmente el Efes es décimo con un balance de 13-14, a dos victorias de cuatro equipos situados entre la sexta y la novena posición (Zalgiris, Maccabi, Partizan y Baskonia) y con dos detrás (Valencia y Bolonia) pisando los talones con las mismas victorias.
Es por ello que el choque de los turcos este martes (18:30 horas) en casa ante el Real Madrid es crucial en una semana en la que puede quedar escrito su destino. El partido es el aplazado de la jornada del terremoto en Antioquía y es el primero de los dos de esta semana crucial en las aspiraciones de los de Ataman. El otro llegará el jueves ante un rival directo, Partizan.
“Es una semana importante, nada está perdido”, dijo el técnico Ergin Ataman el domingo tras el triunfo en la pista del Bahçesehir (62-73) en partido de liga turca. “Tenemos cinco partidos más en casa y queremos ganar al Madrid para entrar en el duelo crucial ante el Partizan con mejor ánimo”.
Además de estos dos encuentros, los de Estambul deben visitar en lo que resta de fase regular las pistas de ALBA y Fenerbahçe, y recibir en casa a Milan, Virtus Bolonia y Mónaco.
Son rivales complicados pero más que su nivel lo que puede determinar el destino del equipo es la salud, bastante endeble esta campaña. Ha regresado a la acción tras sus problemas de rodilla Vsilije Micic pero ahora parece complicado que puedan contar con Rodrigue Beaubois, lesionado la pasada semana ante el Estrella Roja. “Será difícil que pueda jugar ante el Madrid”, certificaba Ataman.
El francés forzó para jugar ante el Maccabi el viernes, como hizo también Micic en vista de la importancia del choque. Para colmo, Larkin venía de pasar dos días hospitalizado por una sospecha de apendicitis que quedó en nada.
El técnico, tratando de hacer equilibrios entre los efectivos disponibles y la exigencia del calendario, es consciente de que el nivel físico ha marcado mucho los últimos reveses. “Necesitamos anotar más puntos, no logramos tanto como desearíamos. El principal factor es que nuestros bases están fuera de ritmo”, dijo. “También tenemos que incrementar nuestro ritmo y reducir el número de pérdidas”, señaló.
Por de pronto, el técnico del Madrid, Chus Mateo, no se fía de cara al partido de este martes. “Pensamos que van a estar todos. Es un equipo campeón y no hay que pensar en sus bajas. No valoramos si están tocados o no. Sabemos cómo funciona esto y más con el Anadolu Efes”, dijo el entrenador blanco.
Pese a tener ventaja de campo, en un enfrentamiento contra el gigante turco habría que ver quién es el favorito. Con el equipo sano y llegado el momento, es de los pocos que puede soportar la presión consciente de que su juego, al máximo nivel, no tiene límite. Los dos últimos títulos lo atestiguan.