El fantasma del ataque al Capitolio ha revivido esta semana con un incendiario mensaje con el que el presidente Donald Trump convocó a través de Twitter a sus seguidores a protestar este martes. El exmandatario ha previsto lo que se viene gestando desde el año pasado, su arresto inminente por el pago de dinero secreto a la estrella de cine porno Stormy Daniels a cambio de silenciar un amorío que podría haber minado su campaña electoral de 2016.
El tema ha ido creciendo desde 2018, cuando el exabogado de Trump, Michael Cohen, se declaró culpable de haber pagado 130.000 dólares [unos 121.300 euros] a cambio de sepultar la historia. El caso es tan sólo la punta del iceberg en las acusaciones abiertas contra el exmandatario republicano, que también cuenta con investigaciones pendientes por su manejo de material clasificado y las operaciones comerciales de sus empresas.
Aunque Trump aún podría competir por la presidencia de Estados Unidos con este cargo en su trayectoria, expertos en este momento la oportunidad de minimizar la figura del empresario y favorecer a republicanos como Ron DeSantis en la carrera por recuperar la Casa Blanca. De cumplirse las amenazas legales en su contra, Trump se convertiría en el primer expresidente de Estados Unidos con una acusación criminal en su contra.
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