Serbia no llega ni a los 7 millones de habitantes y los nacidos en los 80 y durante los 90 tuvieron que pasar de una manera u otra por el sufrimiento de la Guerra de los Balcanes. Pero, curtida en su feroz competitividad balcánica, y quizá también porque las penas endurecieron a la generación de esos tiempos, la modélica e infinita escuela deportiva serbia forjó dos número 1 en el baloncesto y el tenis que llegaron a la cima para quedarse y marcar una época, los dos ‘Joker’: Nikola Jokic (Belgrado, 1995) y Novak Djokovic (Sombor, 1987).
Preguntado por este hecho por MD, Jokic se dejó llevar por la admiración por su ‘igual’ en el tenis, aunque mejor sería decir ‘casi’ igual, pues mientras el pívot de los Nuggets se mantiene como vigente MVP a pesar de que Joel Embiid viene pisándole los talones para privarle del tercero consecutivo, Djokovic entregó su número 1 a Carlos Alcaraz el domingo después de que el murciano se coronara en Indian Wells.
“Él es un embajador de Serbia. Todo el mundo conoce a Serbia por él. Tiene una fantástica ética de trabajo. Su mentalidad es probablemente la mejor del mundo, controla su cuerpo y su concentración es asombrosa”, respondió Jokic sobre su compatriota a la par que ídolo, resaltando una virtud, la de la fortaleza mental, en la que Nadal suele ser considerado el mejor.
“Tiene una fantástica ética de trabajo”
Una admiración que es mutua, pues en 2021, cuando el pívot de los Nuggets ganó su primer MVP, Novak Djokovic tuvo un detalle muy especial con él nada más ser anunciado: entrenó con una camiseta de los Nuggets de su compatriota cuando preparada la semifinal contra Rafa Nadal y, además, le mandó un mensaje: “M-V-P! M-V-P!”, empezó diciendo el tenista de Belgrado.
“Esto es para mi amigo Nikola Jokic, el ‘Joker’. Enhorabuena por tu MVP. Bien merecido. Te envío grandes recuerdos desde París, Roland Garros. Te llevaré hoy en el entreno (refiriéndose a la camiseta) y espero traerte suerte en los playoffs”, dijo Djokovic.
Si bien el pívot no tuvo la mejor fortuna -los Nuggets cayeron ante los Phoenix Suns sin opción (4-0)-, ‘Nole’ tuvo toda la del mundo, beneficiado de la especie de ‘efecto talismán’ de la zamarra de su paisano, pues derrotó al día siguiente a Nadal en la semifinal (3-6, 6-3, 7-6 y 6-2) para levantar su segunda Copa de los Mosqueteros en la final después de levantarle dos sets en contra a Stefanos Tsitsipas (6-7, 2-6, 6-3, 6-2 y 6-4). La de 2021 ha sido la única ocasión en la que Nadal ha perdido unas semifinales de Roland Garros.
La relación entre ambos es fantástica y un año antes, en junio de 2020, coincidieron en un partido de baloncesto de exhibición en Belgrado que presenciaron juntos. Recién superado la fase más dura del confinamiento en plena pandemia, ambos dieron positivo por Covid-19 días después del encuentro, recibiendo algunas críticas por no guardar la distancia social ni llevar mascarilla. Djokovic ha seguido y sigue acaparando controversia por el coronavirus, ya que sigue sin vacunarse, lo que le impedirá estar en el Masters de Miami, complicándole la recuperación del número 1.
“No puedo decir nada malo de él. Estoy feliz de que sea de mi país y de que represente a Serbia de la manera correcta”, dijo también Jokic sobre Djokovic, sin mencionar para nada el tema de la vacuna. “Si Jokic no fuera el MVP, no sería normal, ya que fue el mejor. Su IQ baloncestístico es impresionante. Gran chico, muy humilde”, dijo entonces también el tenista de Belgrado, donde creció también deportivamente el pívot de los Nuggets, que jugó en el Mega Vizura de la capital serbia antes de partir hacia la NBA una vez Denver se adelantó al Barça.
Mismo apodo: el ‘Joker’. ¿Por qué?
Jokic y Djokovic comparten nacionalidad, han compartido durante mucho tiempo la condición de número 1 y también tienen el mismo apodo: el ‘Joker’. No obstante, las razones son muy diferentes. En el caso del tenista, se le puso este ‘nick’ por su personalidad espontánea y bromista conocidas sus hilarantes imitaciones de otros jugadores como el propio Rafa Nadal, Roger Federer o Maria Sharapova.
En cambio, así se le conoce al pívot porque su compañero de equipo, Mike Miller, le empezó a llamar así al no saber decir su apellido. Pero también tiene su lado divertido el MVP reinante, viral su reacción cuando le dijeron que promediaba triple-doble o con otras curiosas anécdotas como el fin de semana que se pegó una ‘maratón’ de cinco horas viendo ‘Pokémon’.
Ambos han sido ‘endurecidos’ también bajo la dureza de la guerra, habiendo contado en entrevistas sus vivencias, relatando Jokic cómo es eso de oír cada día el ruido de las sirenas y las bombas desde dentro de casa como el que oye a los pájaros cantar y explicando Djokovic momentos como las colas para conseguir comida.
No obstante, el lugar que pueden ocupar en la historia es muy diferente. Por número de Grand Slam -ahora tiene 22, empatado con Nadal-, ‘Nole’, de 35 años, tiene la oportunidad de convertirse en el mejor de todos los tiempos, un honor muy complicado para Jokic. Por muy revolucionario que haya sido con su influencia en el juego de la NBA con sus toneladas de talento y virtudes, y por muchos MVP que que pueda conseguir -puede igualar a Bill Russell, Wilt Chamberlain y Larry Bird como únicos jugadores con tres MVP seguidos este año-, Michael Jordan y otros en la discusión de ‘The GOAT’ como LeBron James parecen insuperables.
El lugar que pueden ocupar los dos en la historia es muy distinto
A sus 28 años, Jokic todavía no ha podido conseguir ningún anillo y primero debe pensar en alzar un título cuanto antes para no formar parte del ‘frustrado’ club de las estrellas que nunca han besado el Larry O’Brien y en el que figuran los John Stockton, Charles Barkley o Allen Iverson. En cualquier caso, tanto Nikola Jokic como Novak Djokovic transmiten la misma imponente impresión pese a su diferencia de edad: jugarán y serán los mejores -o aspirarán a serlo cuando no lo sean-, hasta que quieran. Niños de la guerra convertidos convertidos en señores de su deporte.