Según contó una vez Julius Randle en ‘The Players Tribune’, un día que tan felices se las prometía, viéndose paseando bajo el agradable sol de Dallas 24 horas de que los Lakers -en los que militó entre 2015 y 2018-, visitaran a los Mavericks, Kobe Bryant le ‘cogió de por banda’. Obseso enfermizo del gimnasio, de disfrutar sufriendo empapado de sudor, Kobe le dijo que no, que se iban al ‘gym’.
Kobe Bryant y Julius Randle coincidieron en los Lakers
Quizá buscaba la ‘Bamba Negra’ alguien con el que mitigar su soledad. O encontrar a alguien que le entendiera, que comprendiera por qué esas extenuantes palizas. Aquel día el hoy jugador de los New York Knicks fue por obligación a un gimnasio por el que hoy siente devoción, sino en la sala de fitness en la pista de baloncesto. Si Kobe lo vio anoche desde el cielo, estaría orgulloso de él: unos estremecedores 57 puntos contra los Timberwolves, y en el Madison Square Garden, de su alumno aventajado, otro que se apunta a la moda de los 50.
Pero perdieron (134-140). “Es una vergüenza desperdiciar una actuación como esa”, reconoció, visiblemente afligido, el entrenador del conjunto neoyorquino, Tom Thibodeau.
Randle, que se convirtió en el octavo jugador de los Knicks en llegar a los 50 puntos -el primero desde que Carmelo Anthony anotara 62 en 2014-, desató una violenta tormenta en el tercer cuarto con 26 puntos, con un 9/10 en tiros de campo y un 5/6 en triples, para obrar la remontada ante unos ‘Wolves’ que se habían llegado a poner 70-53 arriba en el segundo cuarto. Se apagó de repente con sólo 5 tantos a un último cuarto al que había llegado con 52. El interior empató la tercera marca de la franquicia de Richie Guerin, sólo por encima los 62 de Anthony y los 60 de Bernard King.
Randle, indefendible en el tercer cuarto con 26 puntos
Acabó con un 19/29 en lanzamientos y un tremendo 8/14 en triples, la faceta que advierte su incesante progresión en los últimos años, de casi no tirar en su época en los Lakers a rozar el 35% con 8,4 intentos por encuentro esta temporada. Consecuencias del constante y silencioso trabajo en soledad.
“Soy una persona enfocada en los resultados, intento concentrarme en el proceso un poco más y tomar los pasos necesarios para mejorar y construir como equipo. Así que ojalá sea capaz. Esta noche, probablemente no. Estoy un poco molesto con la derrota”, lamentaba Randle.
Los Knicks se pusieron por delante al inicio del último parcial pero se impuso la urgencia de los Timberwolves, con más necesidad en el Oeste -octavos con 36-37-, que unos Knicks quintos en el Este con 42-31 con cierto margen para ir directos a los playoffs. Taurean Prince, brutal con un espectacular 8/8 desde el perímetro acabó con 35 puntos, destacando también los 24 de Mike Conley para que Minnesota evitara la noche perfecta en el Madison.
Perdió, pero entre tanto jugador con 50 puntos o más esta temporada -Mitchell, Lillard, Doncic, Embiid, Booker, Davis…- no podía faltar, en absoluto, el discípulo de Kobe.