Ja Morant fue recibido en el FedEx Forum de Memphis con una sonora ovación. Los aplausos de su afición y el apoyo explícito de sus compañeros ayudaron a curar la profunda herida de las últimas semanas que ha amenazado su futuro deportivo y, por ende, el de su competitivo equipo en la NBA. Después de completar una suspensión de ocho partidos sin jugar y sin paga por mostrar una pistola en un vídeo en directo en Instagram, el jugador de 23 años no jugó anoche contra los Dallas Mavericks para retomar el tono físico y el ritmo de partidos tras más de dos semanas de parón.
“Somos optimistas de cara al miércoles, siempre que a nivel médico todo esté listo”, comentó Taylor Jenkins, entrenador de la franquicia de Tennessee, sobre el regreso del chaval. Después de su internamiento de semana y media en Florida para tratar temas de gestión de estrés y técnicas para mejorar su capacidad de gestionar la fama a su joven edad, Morant se disculpó con sus compañeros a nivel colectivo y personal este lunes.
La mayoría de jugadores y el propio entrenador no quisieron entrar en detalles de como fue esa reunión con su líder dentro de la pista y jugador más espectacular. “Él ha aceptado su responsabilidad. Ha cambiado cosas en su vida… es una cosa positiva para su crecimiento, para su trayectoria deportiva, para todo. Vamos a ver a otro Ja ahí fuera, más consistente cada noche y capaz de darnos la energía necesaria para ser el mejor equipo del Oeste”, comentó Dillon Brooks, el más vocal de sus compañeros.
Morant estuvo calentando y haciendo trabajo individual y con algunos suplentes antes del encuentro contra los Mavs del lunes. Este martes participará en su primer entrenamiento con el grupo y se espera que luego hable con la prensa antes de su retorno el miércoles, también contra Dallas. “No puedes simular un partido de la NBA, así que lo haces lo mejor que puedes. Intentamos darle tanto tiempo sobre la pista como sea posible”, aseguró Jenkins.
La ovación del público fue un alivio para el grupo. “Ha estado genial. Por supuesto que nosotros le apoyamos, pero saber que la ciudad, la afición y todo el mundo entre medio también es bonito”, apuntó Desmond Bane.
Kyrie Irving, alguien que conoce muy bien el escrutinio público después de polémicas extradeportivas como la de Ja Morant, fue uno de los jugadores de los Mavericks que más calor le dio a su rival. Se fundieron en un abrazo largo y el polémico base de Dallas luego comentó sus impresiones sobre el caso. “Primero hay el shock de lidiar con la opinión pública y todo lo que va más allá del baloncesto, pero detrás siempre hay un ser humano que lidia con toda la emoción”, comentó Irving tras la derrota de los Mavs. “Eso me importa, me enfoqué en ese aspecto. Allí puse toda mi energía. Le deseo bien a él y su familia, recé por su paz mental… estoy contento de verle ahí de nuevo”, añadió.