Billy Kenny, quien durante los años 90 fuera gran promesa del Everton y que vio cómo su carrera futbolística se terminaba muy temprano, contó su estremecedora historia en ‘Liverpool Echo’, explicando cómo las adicciones le echaron a perder durante su etapa en el equipo inglés´.
“Nunca tomé una cerveza hasta que llegué al primer equipo del Everton. Era una especie de norma. Sentía que tenía que encajar en el equipo porque en ese momento era sólo un niño. Fue entonces cuando bebí alcohol y consumí cocaína durante 25 años sin parar. Ha sido un no parar. Me sorprende que todavía esté vivo. Simplemente me levantaba, consumía, bebía dos días, tres días bebía, dos días de dormir, comer comida china y volver a lo mismo”, afirmó, añadiendo que “fui un egoísta de mierda. Todo lo que lo que yo quería era alcohol y drogas”.
Ahora, a sus 49 años, comentó que “estoy sobrio y eso es genial. Soy consciente de dónde me equivoqué cuando era más joven. Puedo ver que claramente necesitaba ayuda, pero la ayuda no estuvo allí para mí. Tengo una segunda oportunidad en la vida. Jugué en el Everton y nadie puede quitarme eso. Lo disfruté. Ahora, esto es otra fase de mi vida y estoy empezando a disfrutarlo. Todavía tengo mis días malos, en los que tengo que trabajar muy duro para mantenerme cuerdo y sobrio, pero siento que la vida me va muy bien”.