El Baxi Manresa ha pasado por encima del Bàsquet Girona en un derbi catalán que ha provocado una tarde vibrante de baloncesto en Fontajau. Los de Pedro Martínez han dominado el partido de inicio a fin y han conseguido su tercera victoria de los últimos cuatro partidos. Los manresanos empiezan a ver con optimismo la permanencia y uno de sus jugadores, el gerundense Guillem Jou, ha vibrado doblemente tras ganar en pabellón de su infancia y ver en las gradas a sus familiares.
“El partido era muy importante para nosotros y era muy importante sacarlo para dar un paso más en nuestro objetivo de la permanencia. Ambos equipos hemos jugado con intensidad y creo que ha habido un poco de chispa, pero se ha quedado ahí y era fruto de la intensidad”, ha valorado el jugador, que considera que pese a ser un impulso moral, la permanencia aún está lejos. “Es una victoria más, con un rival que tenemos cerca, pero es importante seguir con los pies en la tierra porque necesitamos más victorias”, ha subrayado.
Respecto al hecho de jugar en Fontajau, el natural de Llagostera (Girona) se ha mostrado satisfecho por partida doble: “Ha sido un partido especial. Nunca había jugado aquí. Han venido mis amigos, mi familia, es especial llegar y ver caras conocidas. Ha sido bonito y además me quedo con buen sabor de boca tras la victoria”. Cuestionado por si le gustaría vestir los colores del Girona, el jugador ha reiterado que no lo ve en su futuro inmediato: “En el baloncesto pueden pasar muchas cosas, pero de momento estoy feliz en Manresa”.
Taylor lamenta la mayor energía del rival
Las caras del vestuario del Bàsquet Girona tras la derrota en Fontajau resonaban a las que el equipo mostró a finales de diciembre tras perder cinco partidos consecutivos. La de hoy probablemente escuece un poco más porque era un derbi y ante un rival prácticamente directo. Kameron Taylor (16 puntos y 12 rebotes) ha sido uno de los sustentos ofensivos del conjunto gerundense y se ha vaciado en la pista para intentar rescatar a los suyos, pero no ha sido posible.
“Ellos han metido tiros importantes. Creo que no podemos permitir que el rival juegue con más energía que nosotros en nuestra casa. Hemos fallado demasiados tiros desmarcados, tiros de tres… Esos puntos fáciles que han conseguido, volver a subir niveles en defensa. Esas pequeñas cosas tenemos que controlarlas”, ha indicado.
Para el norteamericano el primer paso para revertir las malas sensaciones pasa por recuperar la confianza y controlar los pequeños detalles: “Tenemos que concentrarnos más. Miramos ya hacia el siguiente partido para cambiar esto. Todo el mundo está decepcionado tras una derrota. El entrenador está decepcionado con nuestro juego y nosotros también”.
Tras la derrota de este sábado, el conjunto queda en decimocuarta posición, a tres victorias del Betis, que encabeza la zona de descenso. El primer paso hacia la redención será el próximo domingo en su visita al UCAM Murcia.