Un tremendo Westbrook vuelve a sus tiempos de MVP en una gran noche de Aldama

Russell Westbrook siempre será él, siempre será Russell Westbrook, de esos genios bipolares que levanta pasiones desenfrenadas y enfrentadas, o veneración o frustración que a veces cruza la peligrosa línea roja del odio. Siempre ha creído en sí mismo, tanto, que a veces esa confianza -manifestada incluso tras actuaciones sonrojantes-, ha sacado de quicio a cualquiera. 

Tiene que soportar también una cierta fama selectiva, noticia cuando lo hace mal pero no cuando lo hace bien, algo como el alumno que se carga las culpas hasta cuando no las tiene. Y anoche fue culpable, muy culpable. Pero de algo bueno, espectacular, hasta maravilloso por su significado más allá de la victoria de los Clippers contra los Grizzlies de un gran Santi Aldama, 17 puntos y 8 rebotes (132-141).

‘Russ’ emprendió un bonito viaje a sus tiempos de MVP en 2017, ese rayo en los Thunder, ese velocista electrizante, ese compulsivo y explosivo atleta que penetraba como cuchillo en mantequilla. Recordó por qué merece respeto por mucho que su rendimiento en los Lakers -y también la dura narrativa que le ha rodeado-, lo hayan empujado a un declive del que ni hubo rastro anoche.

El base, en un extraordinario derroche de valentía y personalidad en ausencia de Paul George y Kawhi Leonard, hizo saltar la banca con 36 puntos, 10 asistencias y 4 rebotes en un completo y portentoso ejercicio de calidad y de precisión, con un 13/18 en tiros de campo y un perfecto 5/5 desde el perímetro. Hacía casi dos años -cuando anotó 42 con los Wizards en mayo de 2021 ante Dallas-, que no se veía nada igual en ‘Russ’.

“Definitivamente, venía esta noche con la mentalidad de ser el hombre principal, me siento bendecido, agradecido con mis compañeros que me permitan crecer con ellos. Mi rol puede cambiar pero mi mente no. Tenemos un equipo increíble y lo bueno es que estuvimos juntos”, destacó a la ESPN, nada más terminado el partido, el base, hasta emocionado con su actuación. “Todavía estoy aquí, mi trabajo sólo ha cambiado un poco, pero mi trabajo es seguir compitiendo”, advirtió también Russ replicando a sus ‘haters’.

Su actuación tuvo tintes históricos, pues, de acuerdo a los datos de la ESPN, se convierte en el primer jugador de siempre de la NBA que registra partidos de 30 puntos y 10 asistencias con por lo menos cinco franquicias diferentes: Thunder, Rockets, Wizards, Lakers y Clippers. Además, aunque no sea un dato de tanto calado, Westbrook arrebata a Allen Iverson la 27a posición en la lista de anotadores de todos los tiempos que lidera LeBron James. Robert Covington fue el mejor complemento para el ‘0’ con sus 27 tantos, también perfecto desde el perímetro con un 7/7.

Por su parte, Ja Morant está cogiendo rápido el ritmo tras su tiempo fuera de las pistas y se disparó ya hasta casi los 40 puntos, 36 también como Westbrook con un 11/28 en lanzamientos, aunque un 2/9 desde el 7,25. Entre sus mejores socios, Santi Aldama, también para los ‘highlights’. 

El canario, en una de las jugadas de la noche y de la temporada, cruzó la pista desde la esquina con una asistencia espectacular que machacó Morant con un alley oop, conectando también uno un Aldama que dejó espectáculo y eficiencia, desglosando sus 17 puntos en un 6/7 en lanzamientos y un 2/2 en triples.

El jugador de Las Palmas de Gran Canaria sumó, a todo ello, además 8 rebotes, 1 asistencia, 1 robo y 1 tapón. Pero, por encima de todo y de todos, para lo bueno y lo malo casi a partes iguales, Dillon Brooks se erigió otra vez en el ‘notas’ de Memphis, 30 puntos pero también un ‘pique’ con Rusell Westbrook que acabó con el base diciéndole al final del partido algo como “vete para casa”. “Trash, trash” (“basura”, “basura”), le dijo ‘Russ’ a Brooks, quien luego le taponó para que acabara teniendo la última palabra el Westbrook más ‘vintage’.




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