La jornada de sábado no ha sido plácida en Red Bull. Pese a la pole de Verstappen, no es oro todo lo que reluce en la escudería austríaca, que ve como Checo Pérez saldrá desde la última posición de la parrilla tras salirse a la grava a las primeras de cambio y tener que abandonar la sesión en la Q1.
El mexicano se mostró decepcionado y achacó el mal resultado a “un pequeño problema técnico que ya veníamos sufriendo desde los terceros libres y pensábamos que lo habíamos solucionado. Pero obviamente no lo hicimos y fue realmente difícil, muy difícil. Perdí el control en cuanto toqué el freno”, lamentó ante los medios de comunicación.
“¡Es el mismo p*** problema! ¡No lo hemos arreglado!” gritó Pérez desde su monoplaza al salirse del trazado.
Esas palabras no sentaron nada bien en el seno del equipo, que no tardó demasiado en responderle. Fue a través de su asesor deportivo, Helmut Marko, que quiso dejar claro que la mecánica no tuvo nada que ver en la salida de pista del piloto.
“Tuvimos un problema con el freno motor, pero ya se arregló para clasificación. Dudó, y se equivocó en la clasificación. Estaba inseguro. Impetuoso. Era la primera vuelta, y esos neumáticos estaban fríos. El asfalto resbalaba y midió mal“, argumentó Marko en declaraciones a ‘Sky F1’.