La Liga es la Liga, pero pesó más la Copa para el Athletic

La Liga es la Liga, pero pesó más la Copa para el Athletic

No parece un buen resultado de cara al trascendental choque copero del próximo martes, pero es lo que hay. Empate a cero en SanMamés y disgusto más o menos generalizado entre la hinchada rojiblanco por mucho que el anuncio de la renovación de Sancet pillase de sorpresa a la práctica totalidad del estadio. El puntito ante el bien trabajado Getafe de Quique sabe a poco, aunque visto lo visto los leones tampoco hicieron méritos para mucho más.

Valverde dijo en la víspera del duelo ante los azulones que primero la Liga y después la Copa, pero acabó haciendo más o menos lo que Jagoba Arrasate un día antes en Mallorca. El técnico rojiblanco, dicho de otra manera, tiró de rotación. El portero habitual en el torneo del KO, también ejerció bajo palos, lo mismo que en el conjunto navarro.

Por nombres. La titularidad de Agirrezabala estaba prácticamente cantada dado que Unai Simón volvía a entrar en convocatoria tras un mes de baja. No había dudas respecto a cuál iba a ser la elección del entrenador, pero él, por sí acaso, mantuvo la duda hasta el mismo día del partido. Sergio Herrera, por otra parte, también había completado con anterioridad el choque de Palma con el ‘titular’ Aitor Fernández en el banquillo.

Si Arrasate se reservó para San Mamés a David García, Moncayola, Moi Gómez y Abde; Valverde opto por dosificar de salida a Iñigo Martínez, Sancet, Vesga y Nico Williams. La Liga sí, pero la semifinal de Copa también. Todos menos el central zurdo acabaron teniendo minutos frente al Getafe. Casualidad o no también, David García, su compañero de zaga días antes contra Escocia, tampoco pisó el césped en esta jornada.

Nuevo trivote en casa

El entrenador del Athletic, por otra parte, apostó de inicio por un centro del campo inédito bajo sus órdenes en San Mamés a nivel de once titular. El triángulo Dani García-Zarraga con Muniain por delante no se había dado hasta ahora. El renovado Sancet, de hecho, sólo había causado baja una vez en una alineación casera, frente al Barça, y fue por sanción. Vesga, por su parte, se había perdido nada más que dos choques ligueros en Bilbao como titular.

Con el marcador a cero y la necesidad de tener que hacer gol para batir la portería del Getafe, el técnico gasteiztarra recurrió sobre la marcha al sorprendente triángulo con el que arrancó en su tercera etapa como míster del Athletic. Vesga, de esta manera, ejerció de ancla con Muniain y Sancet, pero el marcador no se movió.




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