JERUSALÉN — Insurgentes en Líbano dispararon varios cohetes contra Israel el jueves, informó el ejército israelí, lo que obligó a las personas a cruzar la frontera norte de Israel para ponerse a salvo en refugios antiaéreos.
Al menos dos personas resultaron heridas y aumentaron las tensiones regionales un día después de que la policía israelí allanara el lugar sagrado más sensible de Jerusalén.
El ejército de Israel dijo que se dispararon 34 cohetes a través de la frontera y que 25 fueron derribados por su sistema de defensa aérea Iron Dome.
Otros cinco cohetes impactaron en territorio israelí y el resto de los ataques están siendo investigados, agregaron las fuerzas de seguridad.
La descarga inusualmente grande de cohetes generó temores de una conflagración más amplia, ya que el enemigo acérrimo de Israel, el grupo armado Hezbollah, respaldado por Irán, domina gran parte del sur del Líbano.
Además, en los últimos dos días, las tensiones se han disparado en el complejo sagrado que alberga la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén y a lo largo de la tensa frontera de Israel con Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió una “respuesta agresiva”.
“Golpearemos a nuestros enemigos y pagarán un precio por cada acto de agresión”, dijo en un comunicado el jueves por la noche, y agregó que los israelíes permanecen unidos frente a las amenazas externas a pesar de sus diferencias políticas.
El Ejército israelí y milicias de la Franja de Gaza intercambiaron proyectiles esta madrugada tras registrarse enfrentamientos entre fieles palestinos y la Policía de Israel en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, en lo que marca el primer incidente violento de peso desde el comienzo del Ramadán.
En una sesión informativa con los periodistas, el teniente coronel Richard Hecht, un portavoz militar israelí, dijo que el ejército estableció una conexión clara entre el lanzamiento de cohetes y los recientes disturbios en Jerusalén.
Más temprano el jueves y el miércoles por la noche, milicianos palestinos en la Franja de Gaza dispararon varios cohetes hacia Israel en protesta por el asalto de la policía israelí a la mezquita de Al-Aqsa en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento.
El jueves, Hezbollah condenó el asalto de Al-Aqsa por parte de Israel, calificándolo de “violación flagrante”. El santuario, el tercer lugar más sagrado del Islam, se encuentra en la cima de una colina venerada por los judíos como el Monte del Templo, el lugar más sagrado del judaísmo.
Ninguna facción en el Líbano se atribuyó la responsabilidad por el lanzamiento de los cohetes.
En Washington, el vocero principal adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, dijo que “Israel tiene preocupaciones legítimas de seguridad y tiene todo el derecho a defenderse”.
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