Aunque más cerca todavía el estrepitoso fracaso que la salvación por mucho que Dallas ganara anoche a los Kings, el propietario del conjunto de Texas, Mark Cuban, tiene muy claro qué decisiones tomar de cara a la temporada que viene y a quién hay que echar las culpas. En declaraciones recogidas por ‘The Athletic’, Cuban habló antes del partido de los Mavericks ante los Kings y tocó varios temas. También el que más se esperaba: Luka Doncic.
El dueño de Dallas cree que el esloveno quiere permanecer toda su carrera en la franquicia al igual que hizo Dirk Nowitzki, aunque es consciente de que, si se repiten más temporadas como esta, los planes de la piedra angular del proyecto podrían cambiar. “Nos tendremos que ganar que se quede”, reconoció Cuban.
El empresario también reconoció que es una prioridad renovar a un Kyrie Irving que acaba contrato en junio, elegible el base para una extensión de 2 años y 78 millones antes del 1 de julio. Sin embargo, no parecen los planes del siempre imprevisible Irving coincidir con los de los Mavericks, pues, según Chris Haynes, él optaría por entrar en la agencia libre para plantearse su futuro. Su ambición antes de ser traspasado a Dallas era un contrato de 4 años y 200 millones, lo que le negaron los Nets para acabar rompiendo con la organización neoyorquina.
Jason Kidd seguirá, pase lo que pase
En lo que podía ser la decisión más caliente a estas alturas, Mark Cuban reiteró la confianza pública en Jason Kidd que ya mostró hace unos días el General Manager, Nico Harrison. En su segundo año en Dallas, el entrenador ha sido foco de muchas críticas por problemas como la debilidad defensiva del equipo y la ausencia de un plan de juego con más alternativas alrededor de Doncic.
“No pienso que Kidd sea el problema de que no tengamos una identidad. El juego cambió de maneras que no esperábamos, así que no lo hice bien. Personalmente dependía de mí porque el juego ha cambiado en términos de cometer faltas y de velocidad del juego, donde debes estar defensivamente. No hicimos los cambios correctos que necesitábamos”, reflexionó un Mark Cuban que parece asumir personalmente la culpa de un potencial fracaso.
Kidd, al que le dijeron que Cuban fue preguntado por su situación, tiró de humor irónico en rueda de prensa ante las risas generales de los periodistas. “¿Le hicisteis esa pregunta el año pasado? Mierda, no. ¿Por qué se lo preguntáis ahora? Sólo pregunto. Si hacemos preguntas, tú no le preguntaste eso el año pasado”, dijo el técnico, refiriéndose de manera indirecta al éxito que supuso jugar las Finales de Conferencia.
Entonces, el periodista que le hizo la pregunta, justificó que era por la temporada decepcionante de Dallas. “Ocurre en deporte, ¿cierto? Algunas veces fracasamos. Y está bien fracasar, porque se aprende de fracasar. Los mejores jugadores del mundo han fracasado. Michael Jordan ha fracasado y eso le llevó a ser el mejor del mundo. Nadie es perfecto. Sí, ahora mismo vamos cortos. Pero la temporada no ha terminado, ¿cierto?”, defendió Kidd.
Al margen de Kidd, y es por eso que Cuban asume la culpa, las malas decisiones de Dallas en los últimos meses se han sucedido, sin haber encontrado el sustituto ideal de Kristaps Porzingis como tampoco el de Jalen Brunson ni aun todavía con la llegada de Kyire Irving, previas incorporaciones y cortes de Facundo Campazzo y Kemba Walker. El dueño de los Mavericks dio su versión sobre la marcha de un Brunson que acabó por firmar un contrato de 4 años y 110 millones por los Knicks en vez de renovar en Dallas. “Le echo mucho de menos. Un gran chico, un gran jugador”, ha reconocido Doncic esta semana.
“No se quería quedar, su padre no quería que se quedara”, asegura Cuban, quien afirma que todo se enturbió cuando el progenitor del base, Rick Carlisle se involucró en las negociaciones, contratado como entrenador asistente del conjunto neoyorquino tras la llegada de su hijo.
“Su padre no quería que se quedara”
La franquicia de Texas podría haberle renovado por 4 años y 56 millones antes del inicio del curso 21-22, algo que Brunson dijo a Bleacher Report que habría aceptado de haberse concretado la oferta. Dallas siempre quiso que el base siguiera pero no, según él, los Mavericks se resistieron a negociar una extensión en el ecuador de la pasada campaña. Mark Cuban lamenta que el que fuera segundo a bordo de Doncic se acabara marchando a los Knicks en verano sin comunicar antes nada a los Mavericks.