QUITO — Tres artefactos explosivos estallaron en la ciudad portuaria de Guayaquil luego de que la embajada de Estados Unidos en Ecuador emitiera un alerta sobre la posibilidad de que se produjeran ataques y horas después se produjo un tiroteo en la cárcel más peligrosa del país en la misma ciudad.
La policía informó el viernes en un comunicado que dos explosiones ocurrieron frente a locales comerciales del norte de la ciudad y otra en el centro. Ninguna fue de magnitud y no se reportaron víctimas.
La fuerza no dio más detalles de los ataques ocurridos entre la noche del jueves y la madrugada del viernes en Guayaquil, ubicada a 200 millas al suroeste de Quito, donde las autoridades confirmaron más tarde que en la cárcel conocida como Penitenciaría del Litoral se produjo una balacera entre internos que obligó a evacuar al personal administrativo. Hasta el momento no se han dado más detalles.
La víspera, en tanto, tres guardias penitenciarias fueron asesinados también en Guayaquil y poco antes tres pescadores fueron acribillados en el océano Pacífico.
De acuerdo con cifras del Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad el año pasado 316 internos fueron asesinados por otros presos, mientras que en lo que va de este año ha habido alrededor de 130 homicidios, la mayoría en la Penitenciaría del Litoral.
El sistema penitenciario de Ecuador está diseñado para alrededor de 30.000 reclusos, pero hasta el mes pasado había cerca de 31,300 en las 53 cárceles estatales del país.
Con las explosiones y el tiroteo Ecuador vivió la semana más violenta del año: el lunes un policía y una mujer fueron asesinados en una iglesia de una población cercana a Guayaquil, el martes sujetos armados mataron a tiros a nueve pescadores y comerciantes en la ciudad de Esmeraldas, 110 millas al noroeste de la capital, y el miércoles seis presos amanecieron ahorcados en sus celdas en una cárcel de Guayaquil.
Un grupo armado los acribilló.
El jueves la embajada de Estados Unidos había publicado en su portal de internet que tenía información de que “delincuentes pueden estar planeando realizar atentados con bombas en múltiples lugares desconocidos alrededor de Guayaquil″.
El general de policía Alain Luna dijo a la red de televisión Ecuavisa que “estas detonaciones generan sin duda conmoción y desaliento en la ciudadanía” y añadió que “estamos viviendo una etapa de delincuencia muy avanzada que aplica operaciones terroristas, operaciones delincuenciales y operaciones psicológicas”.
Mientras que el ministro de Interior, Juan Zapata, admitió su sorpresa en una entrevista la víspera por que las autoridades estadounidenses no se habían comunicado con él respecto de la alerta emitida pero reconoció que él tampoco les había llamado para obtener más detalles.
La policía aseveró en el comunicado que mantiene patrullajes permanentes y que retuvo un automóvil dentro del cual analizaba huellas y evidencia.
Guayaquil es una de las ciudades más violentas del país, donde se registran ejecuciones diarias por parte de sicarios, secuestros, extorsiones a pequeños y grandes negocios, además de robos y violencia callejera. Las autoridades atribuyen la ola de violencia a la disputa de bandas criminales por territorios y rutas de distribución de drogas.
Para enfrentar la situación el gobierno ha dispuesto la vigilancia de grupos combinados de policías y militares, pero hasta ahora la medida no ha reportado cambios significativos en la situación.
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