Erik Spoelstra no pudo evitar pronunciar una palabra malsonante mientras las cámaras le apuntaban después de la lesión de Jimmy Butler, su estrella, durante el primer partido de las semifinales de conferencia entre los Miami Heat y los New York Knicks. “Fuck”, vociferó. Aunque no se le escuchó, quedó claro y meridiano su “mierda” en el primer plano de la señal televisiva.
No es para menos, y es que a pesar de la victoria de los floridenses contra los neoyorquinos para arrancar su eliminatoria de playoffs, la lesión puede afectar el devenir de los próximos encuentros. “Teníamos que hacer lo que fuera para ganar. ¿Cómo está el tobillo? Como un tobillo torcido”, confesaba Butler tras aguantar sobre la pista y liderar a su equipo con 25 puntos.
“No tengo ni idea. Con las torceduras nunca se sabe. Tampoco tengo claro si sabremos algo mañana, y habrá que jugar a esperar hasta el último momento. Solo sé que él no quiso salir del partido”, explicó el entrenador de Miami.
La salud de Butler y su participación a pleno rendimiento puede resultar decisiva en unas semifinales de conferencia con dos equipos relativamente inesperados en la contienda que se disputan una plaza en unas Finales de Conferencia que serán un éxito para cualquiera.