Robert Andrich aún no ha perdido el sentido del humor. Cuando el joven de 28 años, apoyado en sus muletas, les dio a los periodistas que viajaban con él información sobre su lesión, los sorprendió con una mirada a su manera: “Espero estar bien para jugar el domingo”. Hubo risas generales porque desgraciadamente haría falta un milagro.
El jugador del Bayer Leverkusen tuvo que salir del campo ayer en el tiempo de descuento en Roma. El entrenador del Bayer, Xavi Alonso, diagnosticó a primera vista una fractura de metatarso y se teme que esté acertado. “Quería despejar una pelota, pero mi pie de apoyo se me resbaló o se me quedó clavado en alguna parte”
Descartó cualquier intervención de otro jugador, dijo que tras el mal apoyo escuchó un “ruido feo” en su metatarso – “y esto me asustó bastante” porque “después de eso ya no pude pisar más”.
Andrich ha vuelto a Leverkusen con su compañero también lesionado Odilon Kossounou, del que se sospecha un desgarre muscular. El resto del equipo se quedará en Roma y volará el sábado directamente a Stuttgart, donde les espera el antepenúltimo partido de liga. Al Bayer se le acerca un final de temporada movidito, con tres jornadas de liga, pero sobre todo con la vuelta de Europa League en casa, sin embargo, este va a tener que ser sin Andrich, ya que una lesión de la de su tipo tarda en el mejor de los casos 6 semanas en sanarse
Aún perdiéndose tanto, el jugador nos ha dejado con esta frase para terminar: “El pie me duele, pero la derrota me duele como mínimo igual que el pie”.