Tras encajar una dura derrota en casa frente al Betis, perdiendo incluso el ‘average’ en un parcial final de 0-24, los jugadores de Aíto García Reneses afrontan una jornada con doble opción de sellar la permanencia: una directa y otra indirecta. La primera pasaría por vencer a domicilio a un Casademont Zaragoza (sábado, 17.00 horas) que, con los deberes hechos de hace días, no se juega nada. La segunda implica a sus verdugos de la semana pasada. Si el Betis, que también se juega la permanencia, vence en casa al Covirán Granada (20.45 horas), el Bàsquet Girona volverá a estar en la ACB el próximo curso con independencia de su resultado en Zaragoza. El sábado se desvelará la incógnita.
Sea como fuere, los nervios invaden al equipo catalán que, pese a tener altos porcentajes de permanencia a falta de dos jornadas, no tiene la salvación asegurada. Una doble victoria de los nazaríes en las dos jornadas restantes, podría dinamitarlo todo.
A todo ello cabe sumarle la delicada situación de dos figuras clave, Marc Gasol y Kameron Taylor. El primero no disputó ni un minuto del último encuentro: “Marc y Kameron no han entrenado prácticamente. Espero que entrenen un poquito para ver cómo están y, en cuanto a lo demás, la mayoría están bien. Esperamos jugar con intensidad en Zaragoza”, subrayó Aíto García Reneses en la rueda de prensa previa al partido.
El veterano base del equipo, Quino Colom, añadió que los jugadores están mentalizados para salir a buscar un triunfo en Aragón. “Se sufre. Es una situación complicada. Yo hace años que no la había vivido, he vivido todas las situaciones, pero creo que todavía tenemos oportunidades y depender de nosotros mismos nos debe dar fuerza para seguir adelante. La primera noche tras la derrota con el Betis fue dura. Pero al final debemos levantarnos y creo que el equipo llega con mejor actitud. Tenemos la permanencia en la punta de los dedos. Debemos demostrar que somos un equipo ACB”.
Los jugadores de Porfirio Fisac, con la permanencia sellada y sin opciones de ir más allá, ganaron el último partido disputado en el Príncipe Felipe a un compacto Joventut y cuentan con los siempre peligrosos Howard Sant-Roos o Borisa Simanic, además de la joven promesa del baloncesto español de 18 años y 2,20 de estatura, Aday Mara.